Ranma 1/2. Séptima parte.

¡NOVEDADES!

Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5
Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10
Capítulo 11 Capítulo 12 Capítulo 13 Capítulo 14 Capítulo 15
Capítulo 16 Capítulo 17 Capítulo 18 Capítulo 19 Capítulo 20
Capítulo 21 Capítulo 22 Capítulo 23 Capítulo 24 Capítulo 25
Capítulo 26 Capítulo 27 Capítulo 28 Capítulo 29 Capítulo 30
Capítulo 31 Capítulo 32 Capítulo 33 Capítulo 34 Capítulo 35
Capítulo 36 Capítulo 37 Capítulo 38 Capítulo 39 Capítulo 40
Capítulo 41 Capítulo 42 Capítulo 43

Capítulo 1. Una historia de fantasmas. Maomorin.

Número 1.
"Era una noche en la que soplaba un viento con olor a pescado..."; Akane está viendo medio asustada la televisión y sigue la acción. "¡Ayúdeme!", grita un hombre; "¿Ha visto al hombre sin cara?". Ranma-h se asoma y justo en el momento en que se gira el hombre sin cara grita al oído de Akane, que salta de terror. Akane sale persiguiendo a Ranma-h, que ríe como un niño. En plena pelea, la pared es atravesada por una vieja conocida: Shampoo en su bicicleta. "¡Nihao, Ranma!", saluda.

Shampoo les enseña un enorme cascabel: "Un souvenir de China. El cascabel legendario Maomorin."; Shampoo agita otro cascabel pequeño que lleva con ella y le ofrece el grande a Ranma-h: "Así estaremos conectados. Está encantado, ¿sabes?". Pero Ranma-h lo rechaza secamente: "¿Es un cascabel de compromiso? No lo quiero.". Pero Shampoo se enfurece: "¿Crees que Shampoo se quedará tan tranquila?", y se echa el agua de un florero; Ranma-h huye despavorido de Shampoo-gato y abraza el cascabel diciendo que le gusta mucho, mientras Akane le mira con desprecio.

Esa noche, Akane aún piensa en el incidente en la cama, pero un ruido la sobresalta; se incorpora y ve el cascabel gigante. De repente, unos enormes ojos felinos surgen de la oscuridad y una voz misteriosa le dice algo: "Cásate conmigo.". Akane grita aterrorizada, despertando a su padre y a Kasumi; corre enfurecida hacia el cuarto de invitados y le estampa a un dormido Ranma-h el cascabel en la cabeza. Cuando Akane cuenta la historia, Ranma-h se queda incrédulo: "¿Que entré en tu cuarto para espiarte?"; Akane prosigue: "Y esa proposición..., no te atrevas a hacerla nunca más."; Ranma-h flipa: "¿Qué proposición?"; Akane se ruboriza y baja la mirada: "Me pediste que me casara contigo.". Soun llega y emocionado abraza a ambos: "¡Sí, Ranma! ¡Al fin!". Ranma-h se defiende: "¡Yo no entré! ¡Fue el cascabel!"; "¿Se mueve solo?", replica Akane, pero el cascabel, aún sobre la cabeza de Ranma-h, replica por sí mismo: "Cásate conmigo.".

Soun le da un golpe que casi vuela la cabeza de Ranma-h. El cascabel sale volando mientras Soun y Ranma-h lo persiguen; éste último consigue darle una patada y el cascabel acaba en un rincón oscuro, del cual sale una forma. Ranma-h se acerca decidido hacia la forma, mientras Akane le pide precaución, pero él llega y agarra la forma: "¡Eh, tú! ¡Mírame a la cara!". Y la forma se vuelve... y maúlla: es un gato gigante. Se abraza a Ranma-h pidiendo que no le pegue más, mientras él grita con terror. "Es monstruo gato.", dice Soun; "¡Qué monada!", comenta Kasumi que acaba de llegar.

En la sala de estar, Ranma-h yace temblando y con los ojos tapados, mientras Soun, Akane y el panda hablan con Maomorin. "¡Buscas novia?", le pregunta Soun; "Miau; ¿Conocéis a una chica con un cascabel?"; Akane se acuerda de Shampoo y le pregunta al gato si el cascabel es un cascabel de compromiso: "Miau, el que nos une a la mujer y a mí. ¿Has visto el cascabel pequeño?". Pero antes de que Akane pueda responder, Shampoo aparece atravesando la pared con el pedido de ramen encargado por Kasumi; Shampoo se sorprende al ver a Maomorin y su cascabel suena. Maomorin, al verlo, se abalanza sobre ella: "¡Mi noviaaa!".

Pero Shampoo replica con una patada que manda al gato gigante al jardín. "¡Shampoo ya tiene a Ranma!", dice la chica china empujando al aterrorizado Ranma-h contra el gato. "¿Tú me vas a quitar a mi novia?", pregunta Maomorin, pero Ranma-h sólo puede gritar: "¡Aléjate de mí!", y le da un puñetazo. El gato cae dolido y se oculta en el cascabel, el cual sale volando prometiendo que volverá. Ranma-h llora de terror ante la perspectiva del regreso, mientras Shampoo le abraza y Akane le golpea diciendo que la suelte. Soun y el panda devoran ramen sin inmutarse.

Nuevos personajes: Maomorin, el monstruo-gato.

Capítulo 2. ¡Terror! La novia del monstruo gato.

Número 1.
Esa tarde sopla un viento húmedo. Soun y Akane contemplan el ocaso mientras Akane recuerda la promesa de venganza de Maomorin. Nabiki se interesa por el estado de Ranma-h, el cual está envuelto en una manta, temblando de miedo, murmurando "Viene el gato... viene el gato..."; Shampoo hace gesto de tragedia y coge el cascabel: "Porque esto une a Shampoo y Maomorin, él atacará a Ranma.". "¡Pues tíralo!", le dice Ranma-h llorando; "No quiero.", replica Shampoo.

En ese momento, el ruido de un cascabel llena el ambiente y se ve la figura del gato aproximándose a la casa de los Tendo. Ranma-h se esconde tras su padre; el gato abre la puerta de la casa de los Tendo; Genma dice:"Durante generaciones los samurais se han enfrentado a los demonios... ¡ve, Ranma!", y lanza a Ranma-h contra Maomorin. Del golpe ambos caen llorando de dolor y terror; Genma levanta a su hijo pidiendo que siga atacando, mientras Ranma-h grita que le deje. "¡La lucha ya ha empezado!", dice Soun; "¿Lucha? Los dos están llorando.", comenta Nabiki. Maomorin se acerca a Ranma-h: "Para que Shampoo sea mía, ¡¡usaré la magia negra del gato!!", y se abalanza con una enorme boca sobre el aterrorizado Ranma-h.

Pero Maomorin se mete en el cascabel y luego traspasa su espíritu a Genma, ante la incredulidad de todos. "He poseído el cuerpo de tu padre. ¿Serías capaz de atacar a tu propio padre?", le reta Genma-Maomorin, sin saber muy bien lo que dice. Ranma-h sonríe y dice una frase: "Durante siglos los samurais se han enfrentado a los demonios. Perdona, papá.", y comienza a darle una paliza de espanto a Genma-Maomorin; Kasumi y Nabiki se pregunta si lo hace sólo porque le ha poseíido el gato. "Miau, ¿no respetas a tu padre?", dice un destrozado Genma-Maomorin; "Eso te pasa por poseer a mi viejo.", le replica Ranma-h, y de un último puñetazo expulsa al gato de Genma.

El cascabel reacciona rápido: "Poseeré a Shampoo."; pero la guerrera china patea el cascabel y le da cuatro bofetones, lanzándolo finalmente contra el muro. El cascabel habla con tono lastimero: "Entiendo; abandono a Shampoo... miau.". Shampoo abraza a Ranma-h y habla al cascabel: "¿Comprendes ahora nuestro amor?"; Ranma-h ya está harto: "¿De qué vas?"; "Luchaste por nuestro amor.", le dice Shampoo y Ranma-h replica enfurecido: "¿Por tu amor? ¡Lo que eres es una egoísta!".

El silencio se hace en el jardín de los Tendo; a Shampoo le empiezan a aflorar las lágrimas; vuelve la espalda a Ranma-h, el cual ya se ha conmovido. Shampoo coge el cascabel y recuerda que debe ser la novia de Maomorin; Akane acude a ella: "Que Ranma te rechace no significa que debas ser la novia del gato."; Ranma-h acude y se une a la propuesta; "Pero Shampoo es egoísta..."; "Por eso debes ser fuerte.", le replica Ranma-h. Shampoo mira a Ranma-h poniéndole el cascabel en la mano... y lo arroja al estanque.

Ranma-m sale del estanque preguntándose qué pasa y agita el cascabel... e inmediatamente Maomorin se lanza sobre ella: "¡Una nueva novia! ¡Y qué mona!"; la agarra con sus zarpas mientras Ranma-m grita de terror, y la lame. Ranma-m se queda paralizada... y comienza a maullar. Soun recuerda, micro en mano, que Ranma-m se ha convertido en gato y va a usar el puño de gato. Y así es como ataca ferozmente a Maomorin, el cual retrocede asustado: "Miau, qué mujer más violenta... no quieres ser mi novia.", y se esconde en el cascabel y sale volando. Todos contemplan su huída, y Akane reconoce que le da un poco de pena.

Al día siguiente, Maomorin está en la entrada del Furinkan repartiendo cascabeles entre las alumnas, que huyen despavoridas. Akane mira con incredulidad, Ranma-h huye y Shampoo comenta la tenacidad del gato.

Capítulo 3. Entrenamiento intensivo. La chica del martillo.

Número 1.
Frente a la piscina del Furinkan, Akane recuerda las palabras de la profesora de gimnasia: "La semana que viene, examen de natación.". Akane suspira con preocupación: "Soy la única que no sabe nadar.". De repente, el director llega corriendo y vociferando: "¡Miss Akane! ¡No te precipites!", y al llegar a la piscina la tira al agua; "Oh, my God! He llegado tarde.", se lamenta el director mientras Akane se esfuerza por no ahogarse; cuando la saca, el director Kuno le pregunta por qué se ha tirado; Akane replica furiosa: "¡Pero si usted me empujó!". Al enterarse, el director se queda helado: "¿No sabes nadar?"; comienza a llorar dolorido: "Somos un equipo cruel..."; Akane, harta de tanta ironía, le sacude con un banco en la cabeza y al director se le ocurre algo: "Te haré un entrenamiento intensivo de natación.".

Esa noche, Ranma-h se queda perplejo al oir las intenciones de Akane, mientras el resto de la familia la anima. En el balcón de su habitación, Akane reflexiona en voz alta: "Cada vez que llega la primavera, me siento miserable. Ya sea en la playa o en la piscina, con un bañador nuevo... es inútil."; Ranma-h, que cuelga boca abajo del balcón le dice que la comprende: "Aunque lleves un bañador nuevo, no tienes figura para...", y Akane lo calla de una patada; señala una estrella en el cielo y ruge: "Te lo juro por esa estrella. ¡Aprenderé a nadar aunque tenga que llevar una piedra!", y se despide de Ranma-h diciendo que no interfiera.

A la mañana siguiente, el rumor ha corrido por todo el Furinkan y todos los chicos están ansiosos por ver a Akane en bañador, y al llegar a la piscina... se quedan de piedra al ver que Akane lleva una enorme roca atada a la espalda. "Vaya, es cierto que lleva una piedra.", murmura Ranma-h. Pero la sorpresa no acaba ahí: de la piscina salta un enorme tiburón azul. Akane no se lo puede creer: "¿Qué es eso?"; el director se ríe de su ignorancia y le da una definición científica del animalito de 7 metros. Akane se larga enfadada, pero el director la retiene con un potente argumento: "Todos los hawaianos aprenden a nadar con una piedra a la espalda. ¿Vas a abandonar?"; el comentario de Akane es alucinante: "¡Fantástico! Los hawaianos son increíbles.", provocando la huída en desbandada de todos sus compañeros. Akane y el director se cogen de las manos; "¿Lo has comprendido, Miss Akane?", ríe el director; pero Akane es más lista y lo lanza con la piedra al agua: "¡Usted primero!".

El director Kuno se hunde en el agua y todos los alumnos observan; al ver que no aparece, todos comienzan a largarse tranquilamente comentando lo horrible de su muerte; pero Akane se siente responsable y se lanza al agua ante la incredulidad de todos. Y en el fondo de la piscina se encuentra al director con su equipo de submarinismo completo. Ambos salen a la superficie, donde Akane hace esfuerzos por no ahogarse; el director sonríe: "Ahora comienza el entrenamiento.", y el tiburón comienza a acercarse ante la alarma de todos.

Por fortuna, una patada a tiempo de Ranma-h deja K.O. al tiburón, al cual se agarra Akane para no hundirse mientras mira con agradecimiento a su prometido. El director recrimina a Ranma-h su intromisión, mientras Ranma-h replica que nunca conseguirá que la inútil de Akane aprenda a nadar. Ambos se pican en un diálogo para besugos de "¡Nadará!", "¡No nadará!", hasta que Akane, enmedio de ambos, se harta y tira a Ranma-h al agua. Medio ahogándose, habla al director: "Me esfogzagué."; "Never give up!", ríe el director, mientras Ranma-m insiste: "Seguro, seguro, seguro que no aprende.".

Capítulo 4. El espíritu de dentro del agua.

Número 1.
Junto a la piscina, el director prosigue su lección de natación: "Tengo otro plan: cisne."; Akane sueña con la elegancia del cisne: "¿Podré nadar como él?"; mientras, Ranma-m piensa irónica cómo va a ir en línea recta si se hunde. El director entrega una maleta a Akane: "Aquí está el traje de entrenamiento. He estado haciéndolo toda la noche; con esto tú también serás un cisne."; Akane se imagina un traje de ensueño...

Y al ponérselo, ella y todos los demás descubren que el disfraz es de un pato bizco; "¿Esto es un cisne?", grita Akane enfurecida mientras le da un alazo al director; "¡Estoy haciendo el tonto!"; el director se acerca a ella y le pide que le deje explicarse, pero Akane lo rechaza furiosa, hasta que ve en las yemas de sus dedos los pinchazos de la aguja, algo que la conmueve: "¿Lo hizo por mí?"; "Arriesgando mi vida.", le dice el director. Y sin mediar otra palabra, la tira al agua.

Akane chapotea tratando de no hundirse, y sus compañeros preguntan al director qué hace sin actuar. Éste saca un mando a distancia y acciona un botón, y las patas del traje de Akane comienzan a moverse con rapidez; la gente lo comprende ahora: "¡Claro! El cisne flota sobre la superficie, manteniéndose gracias al movimiento de sus patas bajo el agua.". Pero las patas del traje de Akane están sobre el agua, y bajo ella el resto del cuerpo de Akane, que es incapaz de respirar hasta que ve a Ranma-m haciéndole burla bajo el agua. Ranma-m sale con unos cuantos chichones y Akane le recrimina que no le ayudara directamente; Ranma-m insiste con su tesis: "Mejor será que te rindas.".

Pero Akane no está dispuesta y le pide el siguiente paso al director: el proyecto sirena. Y el director la lanza al agua con sus piernas cubiertas por un traje que emulan la cola de un pez. Vuelve a poner en marcha el mecanismo con el mando, y Akane se mueve de uno a otro lado de la piscina tragando agua a más no poder; Ranma-m golpea al director y pregunta cuál fue el fallo del proyecto Cisne; "No lo experimenté hasta el final.", reconoce el director. Para ayudar a Akane, le lanza el anzuelo de una caña de pescary la aguanta a flote; "Con esto no te hundirás. Relájate y nada.", le dice el director. Y Akane comienza a nadar con tal fuerza que el director sale despedido del borde de la piscina e incrusta su cabeza contra el borde del lado contrario. Todos lo miran preocupados, hasta que Ranma-m se da cuenta de que Akane se ha hundido y salta para rescatarla.

Akane se despierta rodeada de sus compañeros; "¿Estás bien?", le pregunta el director; "I'm sorry. Soy un incompetente."; el hombre comienza a llorar, y Ranma-m se sorprende al verificar que el director se lo había tomado en serio. Akane le sonríe: "Está bien; siento haberle preocupado. Si no sé nadar, no viviré en un barco; y si viene un tsunami correré a la montaña.". Akane sale corriendo, dándoles las gracias, pero no puede evitar el llanto: "¡No pude nadar!". Ranma-m aparece ante ella: "¿Está bien así, Akane? ¡Anímate! Si no lo consigues, no abandones."; Akane la mira con sorpresa, y el resto de compañeras y compañeros le repiten sus ánimos. Todos lloran de la emoción, y Akane se vuelve hacia el director; "Lección tres.", dice él, y Akane sonríe con nueva ilusión.

"Miss Akane, aunque te hundas como una piedra, hay un método que te permitirá nadar."; todos contienen la respiración a la espera del revolucionario método que es... un flotador. Y el resultado es una Akane hundida en la piscina, con las piernas sobresaliendo del agua a través del flotador; el director, desesperado, proclama su abandono, mientras Ranma-m mira con incredulidad la postura de Akane.

Escenas inolvidables: Akane con el disfraz de pato mareado. Pocas veces me he reído tanto.

Capítulo 5. ¡¡Sal fuera!!

Número 2.
Ranma-m corre preocupada por la orilla del mar: "Maldito viejo. Lleva una semana desaparecido."; recuerda las palabras de su padre sugiriendo el entrenamiento junto al mar.

En una enorme mansión, un panda con pajarita y gafas oscuras toma el sol; Ranma-m llega y le arrea una patada: "¡Maldito viejo! ¡Ibas a entrenar y mira que estás haciendo!", dice mientras lo abofetea. Pero una voz le interrumpe: "¡No le hagas daño a mi Kumahachi!", le grita un niño desde la cama de una habitación que da a la terraza. El niño llama al panda, el cual va hacia él a cuatro patas; "No creo que sea papá.", piensa ahora Ranma-m. Pero el niño le ofrece comida al panda, y por la forma de coger los palillos y esparcir la salsa, Ranma-m no tiene dudas y le da un rodillazo.

Pero el sonido de cacharros al caer la detiene; una hermosa mujer ha entrado por la puerta y mira con gesto dolorido: "Ese panda... ¿es tuyo?". El niño se arroja hacia ella llamándola: "¡Maman! ¡Kumahachi es mi panda!"; Maman abraza al niño: "Yotaro...".

Maman explica la historia: "Mi hijo Yotaro nació débil; odia salir a jugar fuera."; "¿Y eso que tiene que ver con un panda?", pregunta intrigada Ranma-m, mientras el panda come indiferente; Maman prosigue: "Me dijo que si tuviera un panda saldría fuera, y hace una semana encontré a éste.". Ranma-m palmea al panda: "Es un sitio muy bonito, papá.", y le sacude un mamporro: "¡Así que has estado comiendo y durmiendo con Yotaro, aprovechándote de esta casa!". Enfurecida, se lleva arrastrando al panda, pero Yotaro entra llorando: "¡No te lo lleves! ¡Kumahachi es mi panda!", y se abraza al oso que sigue comiendo un cangrejo. Maman abraza a su hijo y le dice que tiene una buena noticia: "Esta chica saldrá a jugar contigo."; Ranma-m le pregunta de qué va, y Maman hace un repaso a todo lo que ha devorado el panda en esa semana: "Nadie me devolverá el precio de su comida.".

Ranma-m se queda al final con Yotaro y el panda, y decide probar suerte: "¿Salimos un poquito fuera?"; "Si lo hago, ¿me darás a Kumahachi?"; el panda saca un cartel diciendo que es del niño, y Ranma-m, ya harta lo moja con agua caliente y llama a Yotaro... pero éste se ha dormido ante su desespero, y Genma aprovecha para echarse agua fría y volver a ser panda. Ranma-m insiste: "Vamos afuera. Si no, no te pondrás fuerte."; comienza a tirar de Yotaro, pero éste se agarra de la cama con tal fuerza que se levanta la cama antes que él. Ranma-m se huele algo: "¿Tú no serás un perezoso?"; Yotaro llora: "¡Yo soy débil de verdad! ¡Chica mala!", y comienza a pegarle, primero con sus puños, luego con martillos, y luego con un jarrón... Ranma-m se harta y lo coge del cuello: "¡Eres un niño muy malo! ¡Te voy a sacar fuera!", y Yotaro gime diciendo que le da miedo.

Ranma-m se da cuenta de que no va por buen camino y decide cambiar de estrategia: "Yotaro..., ¿Quieres salir conmigo?", le pregunta exhibiendo una linda sonrisa; evoca pensamientos: "Cielo azul, nubes blancas,... y Yotaro y yo corriendo juntos..."; pero la respuesta de Yotaro es evidente: "Bah."; Ranma-m se enfada y se enfurece al ver al panda con un cartel: "Pareces tonto.", y decide la mejor solución: "¡Vámonos ya!". Ranma-m sale arrastrando al panda, el cual se resiste; Yotaro los ve y sale corriendo tras ellos.

Maman pasea por la playa; escucha pisadas aceleradas y, de repente, ve una escena que la sobrecoge: Ranma-m corriendo por la playa con el panda a cuestas y Yotaro corriendo tras ellos; "Yotaro ha salido de casa, y está corriendo... ¡Dios mío!". A la luz del sol poniente aún se ve al trío corredor.

En casa de los Tendo, Ranma-m resopla, Yotaro se tumba diciendo que está cansado y el panda se tumba a su lado. Akane y Kasumi aparecen maravilladas de que hayan llegado corriendo desde el mar.

Nuevos personajes: Yotaro, Maman.

Capítulo 6. La técnica del sello misterioso.

Número 2.
Noche cerrada en el bosque; Ryoga se está haciendo su eterna pregunta: "¿Dónde debo estar?". De repente, un ruido le sorprende, y ve una figura con un enorme pincel que se abalanza sobre él al grito de "¡Comida!". Ryoga se deshace de él con facilidad y al acercarse a verlo ve que es un viejo barbudo y desharrapado.

El viejo devora parte de las provisiones de Ryoga mientras habla con él: "Soy el inventor de la técnica de la cara de la felicidad."; Ryoga le pregunta por esa técnica, y el viejo, tras terminar su copiosa comida, le levanta la camiseta y le palpa el vientre. Ryoga le da un toque preguntando de qué va, y el viejo le explica el secreto de la técnica: la fuerza humana reside en el abdomen y es ahí donde se debe concentrar. En recompensa por la comida, decide enseñarle la técnica y comienza a preparar la tinta con la que dice que debe dibujar un símbolo especial en el abdomen. Ryoga no se lo cree y emprende la marcha, pero el viejo le detiene con una frase retadora: "¿No quieres ser el hombre más fuerte del mundo?"; Ryoga se para, pensando que ello le permitiría derrotar a Ranma-h, momento que el viejo aprovecha para lanzarse sobre él con el pincel mojado; y Ryoga, al mirarse el vientre tras el asalto, se queda entre maravillado y horrorizado.

Ranma-h está esperando a Ryoga, mientras recuerda su carta de desafío: "Ya ha pasado una semana. ¿Se habrá perdido?". Y justo entonces, Ryoga pasa por al lado, preguntándose en voz alta dónde está el descampado, y Ranma-h lo llama. Ryoga descarga su bolsa, repleta de carteles de dojos; Ranma-h le pregunta por ellos y Ryoga le contesta que ha hecho turismo y ha vencido a todos esos dojos. "Atácame por donde quieras.", le dice, y Ranma-h no se lo piensa; pero su sorpresa es mayúscula al ver como de un suave movimiento de mano Ryoga lo lanza contra el muro, destrozándolo. Ryoga le pica: "¿Tienes miedo a que te haga daño? ¡Pelea en serio!"; Ranma-h se lanza sobre él, pero Ryoga esquiva uno a uno sus golpes, hasta que le presiona con el meñique en la frente y lo tumba.

"Te he ganado con el dedo meñique. Ya no me preocuparé más por ti; pensaba que tú me vencerías."; y Ranma-h se queda aún más sorprendido. Ryoga entonces le cuenta la historia del viejo; "Es verdad que soy mucho más fuerte... ¡pero también un desgraciado!", y le muestra el vientre a Ranma-h; en el abdomen tiene dibujada una ridícula cara sonriente. Ranma-h la observa y la comienza a frotar con un trapo; "El sello no puede borrarse.", insiste Ryoga; pero Ranma-h lo intenta con un estropajo y Ryoga le pega un puñetazo que lo lanza por los aires. Al volver, Ryoga le cuenta que lo ha probado todo, y que el viejo le contó que sólo hay un método: ser vencido por alguien más fuerte. Ranma-h comprende entonces el significado del montón de carteles; "Ni siquiera tú que has dedicado tu vida a las artes marciales has podido vencerme."; el orgullo de Ranma-h se resiente y se dirige a Ryoga: "Eres mi único rival y te aprecio; por eso te borraré el sello; ¡conseguiré que pierdas!". Ryoga se emociona: "Ranma... tú... ¡eres un tío genial!", y le da un puñetazo de amistad; Ranma-h desaparece de su vista ante su sorpresa: "Idiota, le dices algo amable y huye."; Ranma-h, incrustado en un tejado, hace un juramento: "¡Te juro que haré que pierdaaaass!".

Nuevos personajes: El abuelo de la Cara Flotante de la Felicidad.

Capítulo 7. ¡El pincel de hierro! El poder del dibujo.

Número 2.
En el dojo Tendo, Ryoga está de pie con los ojos vendados, las manos atadas juntas y los pies encadenados a bolas de acero; Ranma-h le pregunta sorprendido qué hace, y Ryoga le dice que le facilita las cosas. Ranma-h se reafirma: "No necesito trabas; vas a perder.", y se lanza al primer asalto... acabando incrustado en el techo mientras Ryoga le pregunta por qué no ataca.

Ranma-h va a su habitación y busca en su mochila algo muy especial: "¡Aquí está! ¡El libro secreto!". Se dirige de nuevo al gimnasio, mientras Ryoga, impaciente, se examina el dibujo. Ranma-h llega y grita con seguridad: "Ya no soy el mismo; voy a usar... ¡el misterioso truco sucio de la escuela Saotome!"; Ryoga se queda sorprendido y Ranma-h... señala tras él gritando: "¿Qué es eso?"; Ryoga se da la vuelta y Ranma-h le ataca con el "Ataque de la Garra del Lobo"... para acabar con la cabeza bajo el pie de Ryoga. Ranma-h vuelve a examinar el pergamino buscando el segundo truco sucio: "El golpe del fiero tigre.". Ranma-h señala al suelo: "¡Una moneda de cien yenes!". Y aparecen Soun y el panda buscándola con desespero.

Ryoga le aplasta la cabeza contra el suelo preguntándole de qué va; "No tenía que haber esperado tanto.", murmura, pero se detiene al oír a Ranma-h sollozar: "Lo siento; no soy fuerte... eres demasiado fuerte y no he podido...", y comienza a llorar como un niño. Ryoga se acerca para consolarle, diciendo que no es culpa suya... y Ranma-h saca una pistola de agua y moja a Ryoga. Ranma-h se levanta riendo, mirando a P-Chan: "Este era el más secreto de los trucos sucios: te postras ante el enemigo como si fueras una rana atropellada. ¡La técnica de la rana chafada!". Y se lanza sobre el cerdito... el cual lo manda a través del tejado con fuerza sobrecogedora; P-Chan se queda suspirando de impaciencia, hasta que unas conocidas manos lo cogen: "¡P-Chan!", dice Akane, y ve el dibujo en el vientre del cerdito; "¿Qué es este dibujo? Es horrible; ¡con esto pareces tonto!"; el cerdito llora de vergüenza y escapa corriendo de las manos de su dueña.

Ryoga llora desesperado sobre el tejado de los Tendo: "Lo ha visto; Akane lo ha visto."; y recuerda sus palabras: "¡Qué dibujo tan idiota! ¡Pareces tonto!". Ranma-h aparece tras él y le da ánimos; "He estado pensando en ese dibujo; aunque no puedas borrarlo...", y Ryoga se vuelve hacia él con interés, mientras Ranma-h piensa en una fiesta de empresa con Ryoga donde él les hace el baile del vientre a cambio de dinero; Ryoga se enfurece al adivinar sus pensamientos y lanza a Ranma-h por los aires.

Akane va con un trapo en la mano llamando a su cerdito: "¡Ven, P-Chan! ¡Te voy a borrar el dibujo!"; escucha ruidos tras la esquina del gimnasio y se dirige hacia allí. Allá es donde Ryoga está aún vapuleando a Ranma-h; "Por tu culpa, Akane ha visto el dibujo en P-Chan; así que ahora Akane no puede verme el estómago.", y lanza un puñetazo contra Ranma-h, el cual se escabulle y le levanta la camiseta: "¿Y por qué tendría que mirar tu barriga?".

Justo entonces, Akane dobla la esquina y los ve a ambos: "¿Ryoga...?". Ranma-h y Ryoga se quedan lívidos; "A... Akaneee...", llega a decir Ranma-h. Y Akane se da cuenta de que el dibujo es el mismo que el de P-Chan. Ranma-h y Ryoga atraviesan juntos el muro del jardín de los Tendo, y Akane sale tras ellos pero no los ve. Tras una esquina, Ryoga coge a Ranma-h del cuello de la camisa. "Ja,ja... creo que hemos metido la pata...", trata de reír Ranma-h, mientras Ryoga hace esfuerzos para no matarle.

Escenas inolvidables: La cara que ponen Ryoga y Ranma-h cuando Akane les descubre y ve el dibujo de Ryoga.

Capítulo 8. Ryoga, el que no huye.

Número 3.
Noche. Akane, en el balcón, aún piensa en lo sucedido: "El dibujo en la barriga de Ryoga y de P-Chan son el mismo. ¿Por qué?". Y al ir a hablar con Ranma-h, éste se gira haciéndose el sueco; "¿Por qué te giras?", le pregunta mosqueada Akane mientras le vuelve la cabeza; "Es sobre Ryoga y P-Chan.", insiste ella, y Ranma-h vuelve a volver la cabeza; Akane se la vuelve a girar: "Tú no habrás dibujado nada, ¿verdad?". Ryoga escucha tras unos matorrales del jardín, temiendo que Akane descubra quién es P-Chan; "Ese dibujo... lo he visto en otra persona.", confirma Akane, y a Ryoga casi le da un pasmo; pero la frase final de Akane le rompe del todo: "Pensé que lo habías dibujado tú.".

Ranma-h decide aprovechar la oportunidad: "No digas nada hasta ver esto.", y comienza a hacer un dibujo que entrega a Akane; Ryoga alaba mentalmente a Ranma-h, mientras Ranma-h se autohalaga por su bondad sin límites. Pero Akane da la vuelta a las cosas: "Este dibujo no se parece en nada.", y Ryoga le pega un puñetazo a Ranma-h: "¡Idiota!". Ryoga y Akane quedan cara a cara; "Estoy limitado por el dibujo. Que me descubra es cuestión de tiempo."; las lágrimas afloran a sus ojos; "Adiós. ¡Me voy de viaje!", grita mientras salta el muro. Akane no entiende nada y recrimina a Ranma-h: "Tú tienes algo que ver, ¿verdad?", pero al girarse no lo encuentra. Ranma-h está sobre el tejado, recordando las lágrimas de Ryoga y preguntándose qué va a hacer; piensa en la manera de ganarle para borrar el sello: "Necesito una pequeña oportunidad...", y de repente se le ocurre algo: "¡Aún me queda un ataque!".

Ryoga camina incansable, hasta que decide parar para comer algo; "He andado toda la noche. ¿Dónde estaré?"; y tras él pasa el panda, que lo saluda con un cartel; "¡Estoy en la misma ciudad!". Pero una voz le saca de su sorpresa: "¡Haz la recepción!", y ve caer una bola de voley; se flexiona para recibirla y entonces una chica cae sobre él: "¡Un hueco!"; la chica (Ranma-m) consigue asestarle una patada en la cara, pero cuando va a rematar la faena Ryoga la manda por los aires de un puñetazo. Al caer, Ranma-m llora; Ryoga, que no la ha reconocido, trata de consolarla: "Lo siento; cuando me atacan mi cuerpo reacciona solo."; Ranma-m aprovecha que se está disculpando para volver a atacar, pero de nuevo el puñetazo de Ryoga no se hace esperar, ante su desespero: "¡Nooo! ¿Qué le he hecho a esa frágil chica?", y sale a buscarla, mientras Ranma-m está incrustada de cabeza en un tejado.

La viejecita que riega las calles salpica a Ryoga. Mientras, Akane hace su carrera matinal pensando en lo extraño de la situación: "Ryoga se fue anoche de viaje; P-Chan tampoco está. Lo que significa... ¡no, no puede ser!", pero sus dudas desaparecen al ver a su cerdito, al cual abraza con alegría.

Mientras, Ranma-m, aún sobre el tejado, maldice a Ryoga, y se pregunta cómo es que pudo tocarlo con la patada. Y de repente se da cuenta de algo.

En el jardín de los Tendo, Akane lava a P-Chan: "Tranquilo, voy a quitarte este graffitti. No lo entiendo; tienes el mismo dibujo que Ryoga. Eso es porque... ¡P-Chan y Ryoga son la misma persona!"; al cerdito casi le da un pasmo y tiembla y lagrimea de terror; "Pero no puede ser, porque Ryoga ha salido de viaje."; el cerdito casi asiente, desesperado. "Ahora...", dice Akane, "... te aclararé con agua caliente.", y saca una tetera, haciendo que P-Chan dé un gruñido de terror.

Ranma-m va saltado de tejado en tejado: "Si mi idea funciona... borraré el dibujo. ¡Espera, Ryoga!".

Akane deja caer la tetera vacía, y mira con sorpresa y pavor hacia el suelo: "¿P-Chan? Tú...".

Escenas inolvidables: El sufrimiento del pobre P-Chan cuando Akane trata de lavarlo; ¡cómo tiembla el pobre bicho!

Capítulo 9. Y el dibujo desapareció.

Número 3.
"¡Sal, Ryoga! ¡Tengo un modo de borrarte el sello!", va gritando Ranma-m, pero al llegar a casa de los Tendo ve la escena: Akane temblando, como bajo un shock, y mirando la tetera vacía y la cinta de Ryoga. "¿Le tiraste agua caliente a P-...?", le pregunta nerviosa Ranma-m; Akane responde medio temblando: "Creí que podría quitarle el dibujo..."; Ranma-m se imagina la escena: Ryoga desnudo frente a Akane, corriendo y llorando por la humillación de haber sido descubierto. "Akane... supongo que te asustaste. Perdónale; seguro que Ryoga también se siente mal."; pero la respuesta de Akane es sorprendente: "¿Ryoga? ¿Por qué?", y le cuenta la escena: al ir a echarle agua caliente, el cerdito se amorró al pitorro de la tetera y se bebió toda el agua caliente. "Entonces Ryoga... ¿qué tiene que ver con esto?", le pregunta Akane a una sudorosa Ranma-m.

Tras unos matorrales, el cerdito, hinchado por el agua bebida, resopla con esfuerzo, hasta que un chorro de agua caliente lo devuelve a su forma humana; "Tu tenacidad es maravillosa.", le dice Ranma-h. Al enterarse, Ryoga se alboroza: "¿Que sabes cómo quitar el sello?".

Mientras, Kasumi se encuentra a Akane en el jardín: "Me gustaría que me echaras una mano. La verdad es que hoy...".

Ranma-h y Ryoga van al dojo y se ponen tras unas cortinas; Ranma-h le explica la idea: "Si te ataco de frente no tengo posibilidad, pero cuando recibiste el balón de la bellísima chica de voleibol, ¡pude tocarte!"; Ryoga se sorprende: "Eso significa... ¡que eras tú!", y le un codazo; "¡No es momento de eso!", le replica Ranma-h. "El caso es que al mover tu estómago el dibujo se arrugó. Luego si mueves el estómago puede que no tengas tanta fuerza.". Ryoga comienza a doblarse de manera extraña, deformando el dibujo, y Ranma-h lanza su ataque... quedando tendido en el suelo; "Muévelo otra vez.", insiste Ranma-h.

Mientras, Soun entra a la cocina preguntando a Kasumi si está todo listo; Akane está colaborando, poniendo nata a una tarta, pero sigue pensando en lo mismo: "Ranma... me pregunto que estás tramando. ¿Y Ryoga? ¿Por qué pronunció su nombre?".

Tras las cortinas de dojo, Ranma-h sigue picando a Ryoga: "¡Inútil! Parece la barriga de un bebedor de cerveza. ¡Un esfuerzo más!"; Ryoga se retuerce de manera imposible, deformando el dibujo hasta que resulta tan cómico que Ranma-h no aguanta la risa; "¿De qué te ríes?"; "De tu movimiento. ¡Vamos a conseguirlo!". Ryoga vuelve a retorcerse...

Y de repente se abren las cortinas y Ryoga queda ante un nutrido grupo de mujeres de todas las edades, desde bebés hasta abuelitas. Y al fondo Akane y Kasumi con bandejas de comida. Ryoga se queda paralizado de espanto, mientras las mujeres comienzan a murmurar. Ranma-h se acerca a Akane confuso: "¿Qué son estas señoras?", le susurra; "Hemos prestado el dojo para la reunión femenina del barrio.", le aclara Akane. Y de repente estalla el griterío femenino: "¡Eh, jovencito!", grita una vieja; "¡Un strip-tease!", grita otra mujer; "¡Un pervertido! ¡Parece tonto!", gritan dos adolescentes muertas de risa. Ryoga sólo puede pensar una cosa: "¡Ojalá esté muerto!".

Ranma-h aparece con un martillo y golpea la cabeza de Ryoga; "Gané...", murmura, y el dibujo se deshace poco a poco en su vientre; todas las mujeres aplauden entusiasmadas: "¡Qué buen truco!"; Ranma-h saluda, cogiendo a un Ryoga KO, y Akane cree comprenderlo todo: "¡Ryoga estaba ensayando para este show!".

Aquella tarde, Akane y Ranma-h están en el porche; Akane aún tiene preguntas: "¿Por qué P-Chan tenía el dibujo en la barriga?"; "Igual Ryoga quería practicar.", le contesta Ranma-h, que sigue pensando: "Ryoga aún debe estar afectado. Volverá dentro de un tiempo.". Pero una frase de Akane le saca de su convencimiento: "¡Bienvenido, P-Chan!"; Akane abraza a su cerdito, alegrándose de que el dibujo se haya ido, y Ranma-h piensa en lo alegre que está con la barriga limpia.

Escenas inolvidables: Ryoga muerto de vergüenza ante el enfervorizado público femenino.

Capítulo 10. El aprendiz de Santa Claus.

Número 3.
Akane se despide de sus amigas a la salida del instituto, y ve a dos pequeños niños en la calle; "Estoy cansada, hermano.", dice la niña, la más pequeña; "Un poco más, Hanako.", le pide el niño. Akane se acerca a preguntarles qué hacen, y el niño le entrega un papel: "Buscamos a este señor.", y Akane ve en el papel el evidente retrato de Happosai. Y justo tras ella aparece el viejo, con su saco a la espalda y perseguido por multitud de chicas; "¡Hola, Akane!", saluda, pero Ranma-h aprovecha su despiste para tumbarlo. Las chicas se abalanzan sobre él y lo vapulean. El niño se acerca al destrozado viejo y mira el retrato; "¿Os ha robado algo?", les pregunta Akane, pero la respuesta del niño es muy distinta: "¡Señor Santa! Sabía que ese era Santa."; Hanako también se alegra del hallazgo. Happosai se recupera y al verlos se acuerda de ellos; "Hemos venido para que cumpla su promesa.", le dice el niño. Akane y Ranma-h preguntan al maestro qué significa todo esto.

Happosai se explica: "Una Nochebuena salí a hacer mi ruta, y al volver me encontré unas medias solitarias temblando en un balcón.", y relata cómo al ir a cogerlas, una pesa le cayó encima y el niño lo capturó con un cazamariposas, proclamando ante su hermana que había venido el señor Santa; y Hanako muy contenta con sus braguitas de regalo. "¿Te hiciste pasar por Santa?", le susurra Ranma-h; "No iba a traicionar el sueño de unos niños."; pero la realidad la explican los hermanos: "Papá y mamá no habían venido y dábamos pena. Teníamos pollo, pastel y sake."; y Happosai reconoce que lo hizo para divertirse. Pero el niño recuerda la promesa: al irse Happosai, le dijo que quería ser Santa y que le aceptara como aprendiz, y Happosai le dijo que cuando se volvieran a encontrar.

Happosai reconoce entonces que le han buscado, y el niño le enseña la pista por la que partieron: las braguitas de regalo en las que detrás hay escrito: "Nerima. Dojo Tendo. Happosai."; Ranma-h da un golpe al viejo: "¡Encima escribe el nombre y el vecindario donde roba!". El niño le recuerda su promesa y acepta seguir cualquier entrenamiento, por duro que sea; Happosai decide aceptarlos y sale con ambos hermanos, anudándose su clásico pañuelo bajo la nariz.

Happosai comienza su particular adoctrinamiento: "Lo primero es conocer a la gente.". El trío asoma tras una esquina, y el viejo se lanza sobre un balcón repleto de ropa interior que arroja abajo a los niños; Ranma-h le da un golpe y le pregunta qué enseña a los niños; "Estoy eligiendo los regalos de Navidad. ¡Toma unos pocos!", y comienza a llenar a Ranma-h de ropa interior. Justo entonces sale la dueña de la casa y lanza a Ranma-h por los aires.

"Lo segundo, familiarizarse con las chimeneas."; pero la chimenea es de un baño público y Happosai y los niños están mirando la parte femenina. Ranma-h vuelve a caer sobre el viejo, el cual se enfada: "¡Me interrumpes en la primera y segunda lección!"; Ranma-h se dirige a los niños: "No hagáis caso de este viejo."; pero Happosai es más rápido y lo lanza dentro del baño femenino al grito de: "¡No voy a destruir el sueño de unos niños!". Los ecos de la paliza resuenan mientras el trío se va camino de la siguiente lección.

"La tercera lección, comer rápidamente."; están en un restaurante, y Happosai se atiborra rápido para salir corriendo sin pagar; "¡Escapa sin pagar!", grita la camarera. "Debéis entrenar las piernas.", comenta Happosai, pero se para al ver que los niños no le siguen. Se asoma por la puerta y ve hablar a los hermanos: "Hermano, creo que Santa es pobre."; el niño rompe su hucha con la esperanza de poder pagar, y el viejo se conmueve.

Ranma-h se arrastra tras la paliza, maldiciendo al viejo, hasta que ve al trío sobre unas tuberías de una obra. "¿Qué entrenamiento viene ahora?", le pregunta el niño, radiante de ilusión; Happosai se emociona por su inocencia, y al recordar la dureza de sus antiguos discípulos, se conmueve aún más. Ranma-h cae sobre él diciendo que no le haga esas cosas a los niños, pero el niño lo defiende, pidiéndole que no le haga daño. Happosai decide parar: "¡Ya basta!", y comienza a pensar en cosas buenas... pero tanto piensa que al final estalla ante la sorpresa de todos.

En casa de los Tendo, el viejo yace enfermo. "¿Le asustó hacer cosas buenas?", preguntan Soun y Genma; el niño lagrimea con decepción: "Hemos sido demasiado para el señor Santa. Ya no seremos sus discípulos. Nuestro regalo de despedida, su ropa interior favorita...", dice echando mano a su bolsa, y al oírlo el viejo resucita. "Son de papá.", dice el niño mostrando unos grandes calzoncillos, y el pobre viejo estalla del todo.

Ambos niños vuelven a casa acompañados por Akane y Ranma-h. "Es terrible lo de Santa. No quiero ser así.", comenta el niño. Akane sugiere algo a Ranma-h: "¿No crees que esto habrá hecho pensar al maestro?"; Ranma-h responde que tal vez. De repente, una estela de fuego cruza el cielo y se escucha a Happosai: "Es el gran esplendor de Happosai. Como habéis sido buenos, os doy otro regalo de Navidad.", y unos espléndidos fuegos artificiales estallan en el aire ante la maravilla de los niños.

Nuevos personajes: Hanako y su hermano.

Capítulo 11. La espada sagrada Manganmaru.

Número 4.
El cartero llega a casa de los Tendo: "Un paquete para la señorita Akane Tendo y la señorita de la trenza."; Akane y Ranma-h comienzan a abrirlo con curiosidad, y de repente aparece el rostro de Kuno, provocándoles un susto de muerte. El paquete envolvía un busto de Kuno con casete incorporado que comienza a hablar: "Me voy a ausentar de la escuela dos o tres días. Akane Tendo, chica de la trenza, estaréis solas; ésta es mi imagen; podéis besar mis labios...", y Ranma-h parte el busto de una patada.

En un templo budista, una enorme cola formada por varios hombres espera su turno, y en ella Kuno: "He venido hasta aquí porque he escogido la legendaria espada Manganmaru."; Kuno recuerda la historia de la espada, incrustada en los cimientos del templo desde la guerra civil, y su poder: quien la arrancara tendría tres deseos; "Muchos héroes militares trataron de arrancarla, pero fallaron.". Y el aspirante actual sigue fallando, ante la risa jocosa de los monjes del templo. El monje más anciano habla: "Para arrancar la Manganmaru se necesita fuerza y destreza. El afortunado hombre que la obtenga deberá dar gracias al destino."; los aspirantes siguen fallando uno tras otro en su intento... hasta que llega Kuno. Un monje joven habla al maestro: "¿No será este nuestro hombre?"; el monje mira el papiro que lleva en las manos y confirma la sorprendente afirmación: "¡No hay duda! Según los antiguos documentos conservados durante generaciones, ¡éste es nuestro hombre!", y Kuno se acerca a la Manganmaru y con sorprendente facilidad la saca de la roca. Los gritos de sorpresa se extienden por todo el templo.

Kuno va camino del Furinkan observando la Manganmaru; "Me da tres deseos, pero tengo un problema: tengo buena cara, buena figura... Para una persona próspera, de carácter, fuerte e inteligente tres deseos son demasiado.". En ese momento, Ranma-h se planta sobre su cabeza: "¡Vaya, ya has vuelto!". Y a Kuno se le ocurre su primer deseo: "Manganmaru, mi primer deseo: ¡castiga a Ranma Saotome!", dice desenvainando la espada; "Hare lo que ordenas.", responde ésta ante la sorpresa de todos, incluídas Akane y Nabiki; Kuno se lanza sobre Ranma-h, que sonríe diciendo que la espada no le da miedo; pero cuando Kuno va a dar su mandoble, la espada se convierte en un mazo de madera, y Ranma-h se queda tan sorprendido que Kuno le tumba con facilidad. "He ganado.", dice Kuno feliz; "¿De dónde ha sacado esa espada?", se preguntan Ranma-h y Akane. Mientras, el panda, que mira desde un muro, saca dos carteles: "Esa era...", "La legendaria Manganmaru".

"¿Que eres el elegido por la espada? ¿Tú?", pregunta Nabiki a Kuno sin poder creérselo; "¿Seguro que no hay ningún error?"; Kuno, ante su incredulidad, le lanza el pergamino que llevaba el monje: "Mira estos documentos."; Nabiki lo abre y solo ve un centenar de "Correcto" escritos; Nabiki pregunta que significa esto y Kuno evoca el momento: el hombre un millón que trató de sacar la Manganmaru; "Nunca olvidaré un día tan emocionante.", llora Kuno, mientras Nabiki revela en su mirada lo absurdo que le parece esa "elección" de la espada. "De todas maneras, te quedan sólo dos deseos.", le recuerda un compañero; Kuno se pone en plan tirano: "Teniendo a Manganmaru, conquistar el mundo no es un sueño."; "¡Que alguien le pare!", gritan todos alarmandos, pero Kuno expresa su deseo sacando la espada: "¡Tendré una cita con la chica de la trenza!", y todos suspiran de alivio.

Sobre la rama de un árbol del Furinkan, Ranma-h y Genma están hablando. "¿Es cierto que esa espada concede deseos?", pregunta Ranma-h, y su padre se lo confirma: "¡Tenemos que conseguir esa espada!"; "Cierto, si se lo pedimos... ¡no volveré a ser una mujer!", dice Ranma-h; "¡No volveré a ser un panda!", grita Genma.

A Kuno le cae entonces una flecha de ventosa con una nota en la cabeza; el contenido de la nota: "Querido Kuno, salgamos juntos. Chica de la trenza."; a Kuno le estalla un volcán en la cabeza y grita con emoción: "¡Oh, inmediatamente! ¡Que haga buen tiempo, Manganmaru!". Por la ventana asoma Ranma-h, al que todos ven menos Kuno, riendo interiormente al pensar que lo conseguirá.

Capítulo 12. La cita de la traición.

Número 4.
"¿Una cita con Kuno? ¿Lo dices en serio?", pregunta Akane a Ranma-m; Genma concreta el plan: "Si he oído bien, aún le quedan dos deseos. Ranma, trata de robarle la espada durante la cita."; "Será fácil; gracias a ella seré un hombre completo. ¡Me comportaré como una chica adorable!", dice mientras se pone un bonito vestido y exhibe su sonrisa más amable, ante la emoción de Genma y la vergüenza ajena de Akane. Ranma-m piensa: "En la cafetería, en el cine, en las atracciones... Tengo muchas oportunidades.". Pero Nabiki llega con el toque realista: "La cita perfecta de Kuno... ¿crees que será tan fácil?".

Akane comienza a pensar y se imagina la escena: Ranma-m y Kuno han perdido el último tren, Ranma-m borracha, Kuno pone un somnífero en su copa, Ranma-m cae rendida y Kuno, en forma de lobo, se abalanza sobre ella desgarrando sus ropas... "¡Ihhhh! ¡Está babeando!", grita Akane aterrorizada, mientras Ranma-m, enfadada, le dice que refrene su imaginación. Genma y Ranma-m siguen a la suya: "Me pondré minifalda."; "No olvides pintarte los labios."; mientras, Akane se pregunta si esto está bien.

Amanece; son las cuatro y cinco de la mañana; Ranma-m duerme, pero Kuno corre por el barrio, llega a casa de los Tendo, y se mete en su habitación con un ramo de rosas: "¡Vámonos!"; Ranma-m apenas reacciona; Soun y Akane corren alarmado hacia donde han oído los ruidos. Kuno bromea con Ranma-m: "Ja, ja, te has dormido."; Ranma-m coge el reloj: "¿Pero has visto qué hora es?". Justo entonces llega Akane, y a Kuno le entran las dudas: "Perdona, Akane Tendo. Prometí a la chica de la trenza que saldríamos hoy. ¡Ya sé! Manganmaru, mi tercer deseo...", y al escucharlo Genma y Ranma-m se quedan lívidos, y antes de que Kuno pronuncie una palabra Ranma-m ya se ha vestido y lo saca de allí.

En la playa, ambos contemplan el amanecer. Pero Ranma-m piensa en otra cosa: "Sólo le queda un deseo, y somos mi padre y yo. Seré yo quien me convierta en hombre."; Kuno comienza a correr por la orilla: "¡Vamos, corramos hasta la colina!"; Ranma-m sale tras él... pero Genma le persigue; "¿Qué pretendes, papá?"; "Lo mismo que tú.", contesta Genma, y Ranma-m lo tira la agua y sigue corriendo tras Kuno. A lo lejos, Akane les observa y recuerda las palabras de Nabiki: "Estoy preocupada. No sé si esto estará bien.". Ranma-m sigue corriendo sin alcanzar a Kuno, que ríe delante de ella; Ranma-m tropieza y cae en la arena; Kuno se acerca preocupado a ella: "¿Estás bien?", y Ranma-m se abalanza sobre él: "¡Te cogí!", y busca coger la Manganmaru. Pero un ruborizado Kuno se la aparta: "Vamos, hay una manera de probar nuestra amistad. Como estudiantes de instituto, empecemos intercambiando nuestros cuadernos.", dice riendo y ruborizado; "¡Oh, Kuno, que formal eres!", le dice Ranma-m que no se lo puede creer.

Kuno le ofrece entonces comer algo: "Me he pasado toda la noche preparándolo."; Ranma-m saca un somnífero y lo esparce sobre el pastel de arroz que va a coger Kuno, el cual... se lo hace comer a Ranma-m. Kuno se gira, de nuevo ruborizado, buscando el té, pero al volverse ve a Ranma-m dormida y decide que una siesta no está mal. Se tumba, mira al cielo, mira a Ranma-m, y se pone sobre ella sudando: "Por supuesto; hagamos de esto un momento memorable..."; pero Akane llega a tiempo de dejar KO con un mazo a Kuno, ya convertido en lobo. "¡Ranma! Recuerda para qué has venido!", le dice Akane despertándola con agua helada. Pero Genma ha aprovechado el momento para coger la Manganmaru y salir corriendo.

Ranma-m sale tras él, pero Kuno la coge: "Vamos, sigamos con nuestra cita."; pero Ranma-m se lo quita de encima: "¡Tú ya no me sirves!". Y justo entonces Genma saca la Manganmaru: "¡Manganmaru, concédeme un deseo! ¡Quiero dejar de ser un panda!", y Ranma-m se queda helada de desesperación. Pero la respuesta de la espada es sorprendente: "Eres la persona equivocada. No puedo servirte."; Akane y Ranma-m se dan cuenta: "La espada sólo hace caso a los deseos de Kuno."; Ranma-m le quita la espada a su padre y expresa su misión: "Le pediré a Kuno no volver a ser mujer.", y vuelve con Kuno mientras Genma llora y Akane está segura de que no va a ser tan fácil.

Escenas inolvidables: Todo lo que imagina Akane sobre la cita entre Ranma-m y Kuno.

Capítulo 13. Concédeme un deseo.

Número 4.
Kuno corre tras una risueña Ranma-m por un monte lleno de florecillas; Genma y Akane miran desde lo lejos; "¿Qué piensas hacer?", piensa Akane, y se imagina la escena en la que Ranma-m pide a Kuno que quiere dejar de ser mujer; "No creo que sea tan fácil.". Kuno trata de coger a Ranma-m, pero falla una vez tras otra; "¡Ya está! Le pediré a Manganmaru poder cogerte."; pero Ranma-m se lo impide de una patada: "¡No pidas esas cosas! ¿Luego podré pedirte una cosita? Es algo muy importante."; Kuno responde que no hay problema pero vuelve a la carga: "Tengo sed. Le pediré a Manganmaru una cafetería.", y Ranma-m le grita que pare ya.

En el mirador, Kuno pregunta a Ranma-m qué le preocupa; "Hablemos de ello.", le propone Kuno, y Ranma-m le hace prometer que le concederá lo que le pida; "Tengo un problema con mi cuerpo. Hasta ahora no estoy satisfecha con él."; Kuno se levanta y desenvaina la espada: "Entendido. Manganmaru, haz que el pecho de la chica de la trenza sea más gran..."; pero Ranma-m le para: "¡Te equivocas!". Ambos deciden ir a comer, seguidos siempre por Akane y Genma; "Si Ranma dice esas cosas tan fuertes, Kuno acabará dándose cuenta.", concluye Akane.

En el restaurante, Ranma-m ya está perdiendo la paciencia; Genma y Akane observan por la rendija de la puerta. "Será mejor que me conceda el deseo pronto.", piensa Ranma-m; "Usaremos los grandes medios."; y se acerca a Kuno y comienza a hacerle arrumacos; Genma y Akane no se lo pueden creer; "Kuno, si le pides a Manganmaru mi deseo... a cambio haré lo que quieras."; a Kuno le estalla el clásico volcán en la cabeza y comienza a sudar: "Quieres decir...". Akane abre la puerta enfurecida: "¡Ranma! ¿Es que no tienes vergüenza?"; Genma llora a su lado: "Tu padre está triste.". Kuno, como siempre, piensa de la forma equivocada: "He salido con la chica de la trenza y ella me ha seguido hasta aquí.", y se lanza sobre ella para abrazarla. Akane le da un puñetazo; Ranma-m se encara con ella: "¡No te metas en esto!"; "¿Tanto deseas convertirte en hombre?", le contesta Akane. Ranma-m coge a Kuno, que se despide llorando de Akane, y sale corriendo del restaurante, seguidos por Akane. Una vez fuera, Ranma-m ve una cascada y decide ocultarse en ella. Akane les pierde de vista.

Junto a la cascada se ve un cartel: "Fuentes termales". Y dentro de la cascada, Ranma-h sonríe satisfecho: "Estamos a salvo, Kuno."; pero Kuno que lo está viendo alucinado le ruge: "¡Rannnmmaaaa Saotoooommmmeee!"; Ranma-h se da cuenta de lo que ha pasado: "¡Mierda!". "¿Dónde está mi chica de la trenza?", grita Kuno asestando un mandoble a Ranma-h, que lo esquiva y huye; y a Kuno se le ocurre pedírselo a Manganmaru: "Busca a la chica de la tr...", pero Ranma-m aparece antes, aún chorreando agua fría. Ambos se abrazan y Kuno recuerda lo que antes le pidió Ranma-m: "Sobre lo de antes..."; "Dime qué quieres que haga.", le dice Ranma-m; "Cierra los ojos.", responde Kuno. Ambos se miran y Kuno llora de la emoción: "En la primera cita, el primer beso.".

Una mano toca el hombro de Ranma-m. "No lleves tu decisión hasta aquí. Tu padre no está seguro.", le dice Genma; "¡Estoy seguro!", replica Ranma-m; Akane también dice algo: "No pienso intervenir."; de nuevo Kuno queda confundido, pero Akane le grita que por ella está bien. Kuno y Ranma-m se enfrentan; "Si puedo pasar esta prueba...", piensa Ranma-m; "¡Quiero convertirme en hombre!", y aprieta los ojos. Akane vuelve la vista llorando y pensando: "¡Ranma, imbécil!". Pero Ranma-m lanza a Kuno por los aires de un puñetazo: "¡No puedo! ¡La cita ha acabado!", y sale corriendo mientras llora. Pero Kuno logra cogerla: "¡Espera! La cita ha sido muy divertida."; Ranma-m se para y Kuno saca la Manganmaru: "Tenía intención de regalarte uno de mis deseos desde el principio."; Ranma-m y Akane no se lo pueden creer; Ranma-m llora de alegría: "¡Este Kuno es un buen tipo!", piensa. "¡Manganmaru, concédeme un deseo!", grita Kuno. "Haré lo que ordenas.", contesta la espada, y surge una pequeña estatua de Kuno cogiendo a brazos a Ranma-m y la leyenda: "Tatewaki Kuno - Chica de la trenza. Primera cita".

En casa de los Tendo, Akane explica que la estatua es un regalo del aniversario de Kuno y Ranma-m; Kasumi dice que es muy bonita; "Los chicos querrán ver esto.", dice Nabiki; "Pienso lo mismo.", dice Genma. Y Ranma-h llora contra el suelo, golpeándolo: "¡No es verdaaaad!".

Capítulo 14. El rey del juego.

Número 5.
Ukyo barre la calle frente a "Ucchan's" y se dispone a abrir su negocio. De repente nota algo tras ella: "¡Me atacan!"; replica con sus espátulas, pero su mano se llena con un curioso contenido: "¿Cartas?", dice mirando las cartas de póker que tiene en la mano. Tras un poste, suena una risa: "Ju, ju... Aquí está el que no pierde."; la figura se acerca a ella: "Tengo una pareja, lo que significa... ¡mira, es una Royal Straigh Flash!", dice mostrando una escalera de color en sus manos. Ukyo, ya harta, le pega con su espátula gigante: "¿Y a mí que me cuentas? ¿Quién eres?"; al personaje se le cae el sombrero y Ukyo aparece sorprendida: "Tú... tú eres...".

"King, el rey del juego, ¿ha vuelto?", pregunta sorprendido Ranma-h; tras él, Akane no comprende muy bien lo que pasa. "Si jugabas contra él se convertía en tu enemigo.", recuerda Ranma-h; "Ha vuelto por lo de hace diez años.", le recuerda Ukyo, "A vengarse de Ranma y de mí.". De repente, un dado gigante aparece por los aires; "¡Par!", dice una voz, y el dado cae sobre Ranma-h. "Aquí está el que no pierde.", vuelve a decir la voz, y vemos aparecer a un hombrecillo con cara de rey de baraja de póker; hace un gesto amenazador: "King ha vuelto a vengarse por lo de hace diez años. Estoy cansado de caminar, quiero sentarme."; Ranma-h le lanza el dado y lo tumba: "También puedes hablar de pie.". Akane aún se pregunta qué fue lo que pasó.

Las respuestas llegan pronto. En el dojo Tendo, King recuerda...
Por entonces tenía un casino donde jugaban los niños. Un día, la pequeña Ukyo apareció retadora: "Basta ya. Te aprovechas de los niños. Juega conmigo."; "¿Qué apuestas?", le dice King; "¡Mi carro!". Y una vez tras otra, King gana a Ukyo.

Ukyo recuerda ahora cómo fue a pedirle ayuda a Ranma-h, y así fue como el pequeño Ranma se enfrentó a King, perdiendo hasta la ropa. "Ya no te queda nada.", se burla King, pero Ranma-h se saca un as de la manga: "Tengo esto. ¡Ésta es mi firma!", y le da un papel a King. De nuevo Ranma-h se queda con el joker malo y pierde.

Y por último recuerda Ranma-h: "Pensamos que no podía ser, así que lo atamos y lo tiramos al río."; Akane les mira con vergüenza ajena: "¡Si vais así por el mundo, no me extraña que os pasen estas cosas!"; King rubrica su frase: "¡Debería daros vergüenza!". "¿Vergüenzaaaaaa?", dice Ranma-h con ironía, y recuerda cómo al ver que se le habían caído las cartas a King tras tirarlo al río comprobaron que todas eran jokers malos; "¡Eso no se hace a la gente, y menos a niños!", grita Ranma-h dándole un coscorrón.

King sonríe: "Aún tengo vuestros documentos de cesión."; Soun y el panda aparecen; "Lo he oído todo; Ranma, si hiciste una promesa has de cumplirla.", dice el patriarca de los Tendo; Ukyo grita que eso es absurdo, pero al recordar que su cesión era el carro y que ya no lo tiene, King queda contrariado. "Aún tengo la cesión de Ranma.", dice hurgando en sus bolsillos; "¿Qué le prometiste?", pregunta Akane; "Ni idea. Una promesa de niños.", responde Ranma-h; Soun ríe: "Debió ser algo sin importancia."

Y King saca el papel: "Según esto, ¡debes entregarme el dojo Tendo!". Las caras de Soun, Akane y Ranma-h son auténticos poemas; Soun se convierte en máscara gigante y amenaza a Ranma-h; King recuerda la cesión: "¿Dojo Tendo? ¿Qué es esto?"; "Ahora es de un amigo de papá, pero en el futuro será mío.". Akane suda: "¿Le diste... a... ese...?"; Ranma-h suda más: "Su... pongo que... sí."; Ukyo ahora lo recuerda, y Soun se encara a Ranma-h: "¡Raaaannnmmaaaaa!". King se despide diciendo que a la mañana siguiente volverá para el traspaso. El gimnasio queda silencioso; Soun habla tranquilo: "Tiene la cesión, pero debe haber algún modo...", y lanza a Ranma-h a través del tejado con un encargo especial: "¡No vuelvas sin la cesión!".

En "Ucchan's", Ukyo cocina un okonomiyaki mientras Ranma-h reflexiona en la barra: "Si sigue así no podré volver al dojo. Maldito King."; "No te preocupes, puedes quedarte aquí esta noche.", le dice Ukyo dándole una palmadita en la espalda. Al otro lado de la puerta del local, Akane arde de celos al ver la escena: "¿Que... quedarseeee?".

Nuevos personajes: King, el rey del juego.

Capítulo 15. Mañana apostemos al juego.

Número 5.
Noche. Las tres hermanas Tendo están reunidas en el salón; "¿Ranma se apostó el dojo en una partida de cartas?", dice incrédula Nabiki; "Papá está muy enfadado.", recuerda Kasumi; y Akane sólo piensa en que Ranma-h y Ukyo pasarán juntos la noche: "¿Qué estarán haciendo? Son amigos de la infancia, pero hombre y mujer; y se miran de esa manera...". Nabiki viene a complicar el asunto: "¿Crees que Ucchan desaprovechará la ocasión?"; a Akane no le hace ninguna gracia la pregunta, y Kasumi, viendo lo que podría suceder, le propone algo a Akane: "Llévale esta ropa a Ranma. Al fin y al cabo, estará un tiempo en casa de Ukyo.".

Camino de "Ucchan's", Akane sigue pensando: "Ranma, imbécil. Siempre das problemas."; recuerda de nuevo la frase de Nabiki; "No soy tan egoísta; no voy a intervenir.". Al entrar a "Ucchan's", Akane empieza a escuchar a ambos; "¡Ran-chan, no hagas eso!", grita Ukyo; Akane llama a Ranma-h, pero no hay respuesta; "Ya está... he elegido comportarme como un hombre.", dice Ranma-h tras la puerta; "Mmmm... ¿por qué has tirado eso?", replica Ukyo. Akane se mosquea y sube la escalera, poniendo el oído en la puerta. "Ah... Espera un poco...", vuelve a decir Ranma-h; Akane ya está furiosa: "Ese Ranma... ¡está jugando a dos bandas con Ukyo y conmigo!". "¡Sabía que era aquí!", exclama Ranma-h satisfecho; "¡Kyaaa!", grita Ukyo. Akane ya no puede más.

"¡Ranma!", grita abriendo la puerta de par en par. Unos sorprendidos Ranma-h y Ukyo, que juegan a las cartas, la miran; "¿Qué haces, Akane?", le pregunta Ukyo, y Akane se queda muda de la vergüenza. La pareja le explica lo que hacen: se están entrenando a jugar a las cartas; "Os ayudaré.", dice Akane; "Bah, no sabes jugar a esto.", le responde Ranma-h, pero le deja unirse a la partida. Desde fuera se escuchan los gritos de la partida toda la noche: "¡Gané!", "¡Otra!", "¡Otra más!". Y al llegar la mañana, un desplumado Ranma-h en calzoncillos pregunta a ambas chicas por qué son tan buenas.

Esa misma mañana, el panda va anunciando por las calles de la ciudad el casino de King. Todos los niños del barrio acuden en masa al antiguo dojo Tendo, donde King vigila y juega contra los niños y Nabiki hace de croupier. Soun llega haciendo una propuesta: "Si te venzo, ¡me devolverás el dojo!", y apuesta el salón de los Tendo; y pierde, ante la vergüenza de sus hijas. Otra voz se alza a la entrada del gimnasio: "¡King, esta vez yo seré tu contrincante!", dice Ranma-h; "Verás el resultado de una noche de entrenamiento."; tras él, Akane se pregunta si está bien; "¡Perdóname, Ranma!", se disculpa Soun. Ranma-h se juega el recibidor de los Tendo... y pierde; "¡Imbécil!", grita Soun lanzando a Ranma-h a través del tejado.

Soun vuelve a confiar en sí mismo y comienza a jugar contra King; una tras otra, va perdiendo el recibidor, la cocina, las escaleras, la habitación de Akane... pero al llegar a la habitación de Nabiki, ésta pide jugar por sí misma y gana a King mientras sus hermanas sujetan a Soun, presa de un ataque de nervios. Nabiki propone una nueva partida; "Es imposible que me derrotes.", se jacta King, pero la chica le da la sorpresa y le gana; "¡Una partida más!", pide Nabiki. King se da cuenta: "Es verdad; siempre he ganado a niños; ahora son de instituto."; Kasumi no se lo puede creer: "No puede ser que sólo haya jugado con niños."; Soun llora: "¡Pero yo no soy un crío!"; "Sí...", dice Kasumi con cierta resignación; "Y Ranma tampoco...", piensa Akane. Nabiki, mientras, ya ha recuperado hasta el salón y se apresta a ganar el gimnasio; "Ahora es por orgullo.", piensa King; y Nabiki da el grito final: "¡Gané!"; "No es posible...", piensa King.

En "Ucchan's", Ranma-m da la bienvenida a los clientes; "¡Qué camarera más guapa!", comenta un cliente; Ranma-m ríe, y Ukyo le muestra la cesión que le ha hecho: "Como te gané en el entrenamiento, debes trabajar para mí."; "Malditas cartas.", llora Ranma-m. Esa noche, al volver de los baños públicos, Ukyo habla alegre a un preocupado Ranma-h: "Si eres paciente, el entrenamiento dará resultado."; pero Ranma-h apenas presta atención y Ukyo se da cuenta: "No estarás... ¿quieres volver con Akane?"; Ranma-h se ruboriza: "¡Qué cosas dices! No, no volveré hasta que venza a King."; Ukyo se abraza a él: "¡Bien! ¡Así haremos okonomiyakis juntos!", exclama mientras se ruboriza ligeramente; "Si tengo tiempo suficiente...", piensa, "... aprovecharé la mejor oportunidad de mi vida y seduciré a Ran-chan.".

Pero al llegar a "Ucchan's" se encuentra con una sorpresa que trunca sus planes: la familia Tendo al completo. "Lo siento. Cuando recuperemos la casa nos iremos.", le dice Kasumi; "¡Perdiste la partida final!", llora Soun; "¡Porque es un tramposo!", se queja Nabiki; "¡Qué tontos habéis sido!", le dice Ranma-h a Akane; "Lo hicimos tan mal como tú.", contesta ella. Fuera, King los escucha proclamar que van a empezar el entrenamiento; "Ju, ju... venid, ignorantes.", ríe sosteniendo en su mano cuatro jokers malos.

Escenas inolvidables: La reacción de Akane cuando escucha la conversación entre Ranma-h y Ukyo tras la puerta; esto sí que son celos.

Capítulo 16. ¡El entrenamiento especial! La lucha del póker.

Número 5.
En la clase 1-F del Furinkan pasan lista: "Ranma Saotome..., Akane Tendo,... Ukyo Kuonji..."; los compañeros se sorprenden al no verlos. Los tres siguen en "Ucchan's" entrenándose, y de nuevo Ranma-h se queda con el joker; "¡Mierdaaa...!", se queja; "Eres muy malo.", reconoce Ukyo; "Adelante, después de clase te enfrentarás a King.", le anima Akane, que sigue diciendo que no le parece bien seguir en casa de Ukyo; "Sólo lo hago por Ran-chan.", reconoce ella; "Sentimos haberte metido en esto.", se disculpa Akane, y Ranma-h vuelve a decir que recuperará el dojo; "¿Y cómo serás más fuerte?", le pregunta Akane.

Una voz les viene a sacar de dudas: "Os enseñaré cómo derrotar a King."; es Nabiki, que recuerda que fue la única que pudo ganarle. "Mientras jugaba, encontré un fallo en King; si pongo el joker haciendo que sobresalga un poco, ¡seguro que escoge esa carta!". Akane no se lo puede creer; Ranma-h se dispone a coger una carta a Akane mientras dice: "Nadie en el mundo puede caer en un truco tan tonto."; Akane pone el joker sobresaliendo y... Ranma-h lo coge; "Deberías tener cuidado con eso.", le comenta con ironía. "¡Pero King aún tiene otro punto débil letal!", sigue Nabiki: "Si durante la partida tiene el joker y pones la mano sobre él, su cara se alegra...", y Ukyo, jugando con Ranma-h, pone su dedo sobre una carta y Ranma-h irradia felicidad, "... pero si la pones sobre otra, pone una cara que parece que se haya acabado el mundo.", y Ukyo cambia de carta y Ranma-h pone cara de funeral. "Ranma también es un buen jugador.", dice con ironía Nabiki.

Toda la familia Tendo y el panda aparecen en el gimnasio: "¡Basta ya!", grita Soun; "Papá parece más fuerte.", comenta Kasumi; "Yo creo que le sale la fuerza por la boca.", responde Nabiki; "Recuperaremos la casa y el dojo.", asegura Soun. Kasumi pregunta a Akane dónde está Ranma-h, y recuerda lo último que le dijo: "Voy a tratar de eliminar mi punto débil. Gana tiempo."; todos se ponen a jugar con King, mientras Akane aún piensa: "Ranma... vuelve pronto. Temo que no puedas llegar a tiempo.".

Ranma-h mientras tiene el rostro lleno de pinzas; está con Ukyo en el gimnasio del instituto, y cuando ella pone la mano sobre una carta sonríe... y una pesa se estrella contra su rostro; "Cuanto antes aprendas a disimular antes iremos. Creo que ya estás preparado."; pero Ranma-h insiste: "¡Tiene que ser perfecto!".

Mientras, en el casino, Nabiki, Kasumi y Akane recuperan parte de la casa; "¡Estas son mis hijas!", dice Soun orgulloso; pero al jugar él, pierde. Nabiki insiste y entre las tres hermanas siguen recuperando toda la casa; al final, Nabiki consigue todo el fajo de cesiones, y cuando ella y Kasumi se aprestan a ir a la casa escuchan a su padre: "¡Recuperaré el dojo! ¡Apuesto el salón!". Nabiki y Kasumi se convierten en gigantes: "¡No volverás a jugarte la casa!", amenaza Nabiki; "Eso está muy mal.", dice serenamente Kasumi. Y es Akane quien se decide: "¡Yo jugaré! Ranma no va a llegar a tiempo."; se reparten las cartas...

"¡Espera!", dice una voz, y en la entrada se ve la figura de Ranma-h: "Esta partida, ¡es mía!"; "Vaya, ha venido.", dice Akane con cara de circunstancias; "¿Te ha ido bien el entrenamiento?", le pregunta; "No ha servido de nada.", reconoce Ukyo; "Se le veía todo en la cara.". Y Ranma-h levanta su rostro vendado: "Al esconder mi cara, no podrá ver mi reacción.". Todos aplauden la tenacidad de Ranma-h, y King le dice que le deja jugar una vez más; "¡Claro! Aun con la cara tapada, Ranma es peor que Akane.", dice Nabiki. "¿Qué apuestas?", le pregunta King, pero Ukyo se adelanta y le pone un papel: "¡La tienda de okonomiyakis "Ucchan's"!"; Akane no se lo puede creer y se acerca a Ukyo. "¿Y si pierde?"; "No perderá, pero si lo hace me ha hecho una promesa."; "¿Una promesa? ¿Qué quiere decir?", se pregunta Akane.

King y Ranma-h se enfrentan cara a cara; "Será fácil, Ranma Saotome."; "Seré indulgente en la lucha del póker.", dice Ranma-h, y todos los niños notan algo en su rostro: "¡Se ha reído!"; "¿Qué lucha del póker?", grita Akane.

Capítulo 17. Cambio de juego.

Número 6.
Sigue el enfrentamiento entre King y Ranma-h, uno por "Ucchan's" y el otro por el dojo Tendo. Pero Akane está más preocupada por otra cosa: "¿Si pierde se convertirá en el cocinero de "Ucchan's"?", dice sorprendida al conocer la promesa de Ranma-h a Ukyo; "Eso es.", contesta ella, y empieza a imaginar su vida juntos, en el carro de okonomiyaki; y a Ranma-h haciendo un okonomiyaki, donde con salsa escribe "Te quiero, Ukyo", y ella descubriéndolo y ambos abrazándose con cariño... "Seguro que nacerá el amor.", dice temblando de emoción; "Oye, tú...", dice Akane con mirada agria, no muy de acuerdo con la historia. Pero los gritos de admiración hacen que ambas entren al gimnasio a ver la partida.

King va a coger; Ranma-h hace sobresalir el joker y King lo coge; Ranma-h sonríe, y va a coger; de nuevo King hace sobresalir el joker y Ranma-h lo coge; todos se dan cuenta de lo que pasa: "Lo único que hacen es cogerse el joker mutuamente. ¡Los dos son igual de tontos!". De repente, Ranma-h se da cuenta: "Esta carta que sobresale... ¡es el joker!", y coge otra carta con un grito de satisfacción: "¡Abandona! No voy a volver a coger el joker...", pero al mirar sus cartas se lo encuentra. Akane se da cuenta: "¡Le ha puesta el joker mientras Ranma-h cogía la carta! ¡Es un tramposo!"; Ranma-h la calma y decide seguir, haciendo sobresalir el joker.

King sonríe: "No va a ser tan fácil."; pulsa un botón con el pie y tras Ranma-h sale un espejo que deja ver sus cartas; Akane lo rompe sin más dilación; King le da a un botón de su butaca y ésta se mueve hasta ponerse detrás de Ranma-h, cogiéndole entonces la carta. Akane da un rodillazo a King y éste comienza su ataque de jokers asesino, lanzádole todos los jokers a Ranma-h; éste aprovecha la ocasión para cogerlos todos y comérselos. "¡La partida ha acabado!", proclama Ukyo.

Sin embargo, Ranma-h mira con tristeza a King; todos se pregunta qué es lo que pasa; Ranma-h empieza a hablar: "Quiero pedirte perdón por esta partida. Para ganarte he seguido un doloroso entrenamiento; por eso... por eso..."; Ukyo acaba su frase: "Por eso has jugado tan bien."; King se emociona y comienza a llorar: "¡Lo siento, Ranma Saotome!". King coge dos cartas: un joker y el as de picas; las mezcla y las deja boca abajo en el suelo: "Quien coja el joker pierde.", propone King; Ranma-h acepta mientras se quita los vendajes. "¡Vamos!", grita; Akane se da cuenta de que King sonríe: "¡Ha puesto dos jokers!", piensa, y grita: "¡Ranma, no cojas ninguna! ¡Es una trampa!". Pero Ranma-h ya se ha lanzado a por una. Akane empieza a lagrimear al pensar en Ukyo y Ranma-h haciendo vida juntos... pero Ranma-h gira la carta y muestra el as de picas: "He ganado."; King se queda boquiabierto mientras el resto están más que sorprendidos.

Esa noche, King camina apesadumbrado por las calles del barrio. "Estoy seguro de que puse dos jokers... eso quiere decir...".

En el salón de los Tendo, Ukyo felicita a Ranma-h: "Que suerte que ganaras, Ran-chan."; "Es que soy muy bueno.", comenta Ranma-h, y al quitarse nuevos vendajes empiezan a caer cartas escondidas: "Tramposo...", le dice Akane. "Parece que el entrenamiento ha servido de algo.", comentan Kasumi y Nabiki.

Pero la cesión de ser camarera sigue vigente, como Ukyo le recuerda a Ranma-m mientras ésta sirve en "Ucchan's" y Akane mira con cara de circunstancias.

Escenas inolvidables: La "futura" historia de amor entre Ranma-h cocinero y Ukyo dueña del negocio.

Capítulo 18. Objetivo: la trenza.

Número 6.
Región de Chinhai, China. Del restaurante "El desastre", sale una voz desesperada: "¡No os lo diré!"; cuatro sombras amenazadoras acosan a un hombre; "Dinos dónde está la fórmula del Bigote de Dragón.", pide una de las sombras; "Eso puede provocar una abominable confusión. No os lo daré. Mi vida es ya miserable."; una de las figuras saca su espada: "¡Entonces, muere!". Y el encargado empieza a cantar: "Ahora recuerdo que bla bla bla ese chico bla bla bla era extranjero bla bla bla..."; "¡Habla más despacio!", grita una de las sombras, y el encargado decide darles un retrato robot: "Es más o menos así.", y el dibujo nos muestra una familiar figura con trenza. Las sombras corren montaña abajo: "El objetivo está en Japón. Le encontraremos y le obligaremos a darnos el Bigote de Dragón.".

En el dojo Tendo, el jefe de la asociación de vecinos pide a Soun que proteja el barrio de la ola de cortadores de pelo. "¿Cortan trenzas?", pregunta curiosa Akane; "Todas las víctimas llevaban trenza.", confirma Soun. Ranma-h sonríe señalándose su trenza: "Tenemos un buen cebo.". Justo entonces cuatro sombras saltan a por él: "¡Danos esa trenza!"; Ranma-h se enfrenta a ellos y los tumba con facilidad; cuatro figuritas tapadas con sombrero quedan tendidas en el suelo; "Veamos sus caras.", dice Ranma-h quitándoles los gorros. Y deja al descubierto a cuatro pequeños tipos con cabeza de pastel: de carne (C), de judías (J), dulce (D) y de pizza (P). "¡Pasteles de carne!", exclaman todos sorprendidos; C se encara a ellos: "¿Dónde están?"; Akane discute que son pasteles de judías, y Ranma-h insiste en que son de carne; "¡Somos humanos!", gritan ellos. Soun va al meollo de la cuestión: "El caso es que vais cortando trenzas. ¿Por qué?", dice cogiendo a C; "Prefiero la muerte.", contesta; "Pues muere.", dice Soun, y el enano contesta rápido: "Buscamos el Bigote de Dragón.".

Ranma-h se queda lívido al escucharlo; J mira a Ranma-h y saca el retrato; "¡Eres tú!", confirma; "¡Ni me parezco!", grita Ranma-h con la misma cara que en el retrato; los hombres pastel se disponen a atacar, pero Ranma-h los lanza por los aires; "¿De qué van?", dice furioso mientras se toca la trenza. Sobre un tejado, los hombres pastel discuten un plan para vencerle.

Akane observa a Ranma-h en el balcón desde la puerta; "Cuando oyó lo del Bigote de Dragón, se quedó helado.", piensa. Ranma-h se toca preocupado la trenza; "Mierda. A partir de ahora debo salvarla.", piensa; Akane se pregunta la relación del asunto con su trenza. De repente, ambos se dan cuenta de que los cuatro hombrecillos están pintando la baranda del balcón; "¡Somos pintores!", dice uno lanzándose sobre Ranma-h; consigue esquivarlo, así como los botes de pintura que le lanzan después. "Hemos sido muy lentos.", reconocen los hombres pastel; pero un cubo de pintura cae sobre la cabeza de Ranma-h; "Tendrás que lavarte el pelo.", le dicen con ironía; "¡No voy a lavarme!", replica Ranma-h lanzándolos al infinito.

Ranma-h se lava la cabeza bajo la mirada de las tres hermanas Tendo. "Será mejor que te deshagas la trenza.", le dice Akane; "De ninguna manera.", replica decidido Ranma-h; "No se irá la pintura.", insiste Kasumi; "Ya está bien.", replica Ranma-h; Genma llega y le coge la trenza: "No seas obstinado."; Ranma-h le responde con una patada: "¡No me toques el pelo!". Kasumi y Nabiki deciden tomar parte y acorralan a Ranma-h; "¿Qué es eso?", dice señalando detrás para despistar; las hermanas no caen y le persiguen, mientras Akane se sigue preguntando por qué no se deja. Ranma-h corre por el pasillo perseguido por el resto de la familia, y se tropieza con Happosai, el cual lo manda con su pipa a través del tejado.

Ranma-h cae KO y todos se aprestan a deshacerle la trenza, pero antes de que puedan tocársela los hombres pastel caen sobre él y examinan su trenza. "No hay duda. El cordón que ata esta trenza es el Bigote de Dragón.", constatan con alegría. Ranma-h despierta a tiempo: "¡El Bigote de Dragón es mío!", grita lanzándoles a través del tejado. "Explícate, Ranma.", le dice Genma; "¿Qué es eso del Bigote de Dragón?", insiste Akane; Ranma-h pone cara de preocupación: "Es mi sello. Si me lo quitaran, ¡pasarían cosas terribles!". Todos se quedan helados; "Si el Bigote de Dragón es el sello de su trenza, ¿cuál es su secreto?", se pregunta Akane.

Sobre un tejado, los achichonados hombres pastel insisten en su empeño: "Conseguiremos el Bigote de Dragón. ¡Lucharemos!".

Nuevos personajes: El encargado de "El desastre", los hombres pastel (C, J, D y P).

Capítulo 19. Sin el sello.

Número 6.
"¿Qué es lo que podría pasar?", insiste Akane a Ranma-h camino del Furinkan. Unos ojos escrutan desde lejos la trenza de Ranma-h; "El Bigote de Dragón está en su sitio.", murmura C, mientras el resto suda: "No pensé que fuera tan difícil."; "No podemos usar sólo la fuerza.", y se les ocurre una idea: "Ponemos un somnífero en un pastel de carne, lo ponemos en el lazo, y cuando caiga...", y así lo hacen. Pero el que cae es Happosai, y los cuatro lo patean cuando cae dormido; pero el viejo se recupera rápido y los hombres carne se humillan ante él tras la paliza. "Vaya, sois los de anoche.", reconoce Happosai; "¿Nos podría echar una mano con el Bigote de Dragón?", le pide uno de ellos, y Happosai le pide que le cuenten en qué consiste, y al escucharlos el rostro se le sorprende enormemente: "Así que ese es el secreto del Bigote de Dragón...".

En la clase de gimnasia, Akane no puede dejar de pensar en Ranma-h; "Bueno, es algo que no me incumbe.", concluye. Ranma-h juega al beisbol, recogiendo las bolas... pero una bola resulta ser una happollamarada que estalla ante él. Happosai se pone frente a Ranma-h: "Pórtate bien y dame el Bigote de Dragón.", ruge amenazador; "Si vienes a cogerlo...", alcanza a decir Ranma-h, pero Happosai con un gesto le lanza un rayo de su espíritu de lucha, que impacta sobre Ranma-h y lo tumba. El viejo se acerca: "¡Dame el Bigote de Dragón!"; pero Ranma-h se resiste: "¡No te lo daré tan fácilmente!", y comienza a lanzar sostenes desde dentro de su ropa; "¡El ataque de los sostenes!", dicen admirados sus compañeros mientras Akane no se lo puede creer. Pero sorprendentemente el viejo pasa de la lencería y le da un puñetazo; "Ese Bigote de Dragón me hará fascinante."; comienza a acumular los sostenes, y al volver a levantar la vista ve que Ranma-h ya no está.

Ranma-h está apoyado junto a la fuente de agua; "He escapado por los pelos.", murmura. Pero ahora llegan los hombres pastel y le lanzan pasteles de carne; estos estallan ante él y de ellos sale un gas que Ranma-h nota que le paraliza. Los hombres pastel están cubiertos por caretas antigás; "¡Resígnate!", gritan mientras inician su ataque con objetos cortantes. Akane va buscando a Ranma-h, hasta que lo ve por los aires forcejeando con los hombres pastel; Ranma-h consigue saltar a un ábol; "Mi cuerpo... ¡no se mueve!", piensa; se abraza al tronco del árbol y los hombres pastel caen sobre él. "¡El Bigote de Dragón!", dicen echando mano a la trenza. Pero a Ranma-h le queda aún rabia suficiente: "¡No me hagáis perder el tiempo!", grita lanzándolos por los aires... pero a lo lejos ve que uno de ellos lleva un cordel en la mano. Ranma-h se gira y con mirada aterrorizada ve como su trenza comienza a deshacerse.

"Ja, ja... Tenemos el Bigote de...", grita C, pero Akane lo captura y le quita el cordón; "¡Ranma!", llama mostrándoselo; Ranma-h sigue sobre el árbol con mirada de terror y cogiéndose el pelo con las manos; "¡Akane! ¡No me mires!", grita mientras salta hacia el barracón de equipamiento deportivo del Furinkan. Akane sale persiguiéndolo: "Este Bigote de Dragón no es sólo un cordón.", piensa.

Akane entra en el barracón; "Ranma... ¿estás aquí?"; bajo una colchoneta ve el cuerpo de Ranma-h temblando de miedo. "¿Qué haces aquí escondido? ¡Sal!", le dice Akane tirando de él. Y cuando queda al descubierto, Akane lo mira con sorpresa: "¡Ranma! Tú...".

Capítulo 20. El secreto del Bigote del Dragón.

Número 7.
Akane sigue mirando incrédula: "Ranma, ¿qué te ha pasado?"; Ranma-h aún siente rabia y decepción: "Mierda, no he podido evitarlo.", y recuerda la historia que le llevó a esto...
China, durante el viaje de entrenamiento. Ranma-m camina con aire agotado; "Tengo hambre...", murmura; de repente, surgen un hombre con un bol de arroz y el encargado de "El desastre" tras él. "¡Devuélveme ese arroz!", le grita; pero Ranma-m derriba al hombre y se come el arroz en un pis pas. "Te lo has comido.", dice el encargado mientras Ranma-m pide otro; el encargado le abre el kimono y mira sus pechos, a lo que Ranma-m replica con una patada; "Eres una mujer, qué bien.", dice el encargado. Ya en el restaurante, el encargado le explica: "Ese arroz es nuestra especialidad; se hace caldo con Bigote de Dragón; ese caldo no afecta a las mujeres, pero si lo come un hombre puede hacer un sueño realidad."; Ranma-m, curiosa, se acerca hacia una tetera; "Lo escondo para que no ocasione disturbios. Es bueno que seas una mujer...", y Ranma-m se echa el agua caliente. Desde fuera del restaurante se oyen los gritos: "¡Ahhhh! ¡Eres un hombre!"; "¿Esto es el deseo de un hombre?"; y el encargado, lleno de chichones, le muestra el cordón de Bigote de Dragón: "Debes sellarlo con esto.".
"Desde entonces siempre he llevado el Bigote de Dragón.", comenta Ranma-h a Akane; "Claro, por eso le persiguen...", deduce Akane.

En el "Café Gato", Genma habla con Colonia; "¿Quieres conocer el secreto del Bigote de Dragón?", pregunta Colonia; "Un viejo demonio chino de 300 años debería saberlo.", dice Genma. Colonia se enfada: "Es el origen de un disturbio; no te lo diré. Y menos a alguien como tú.". Genma sale y camina por las calles pensando cuál puede ser el secreto; de repente, pasa Happosai diciendo que conseguirá el Bigote; luego pasan los hombres pastel con idéntico objetivo; y Genma se da cuenta: "Todos los que persiguen el Bigote de Dragón... ¡son calvos! El Bigote de Dragón... ¡es un crecepelo!".

Algo que confirman las inmensas melenas de Ranma-h, que ya cubren parte del barracón y que siguen creciendo ante la sorpresa de Akane. "Si ato la trenza con el Bigote de Dragón, el crecimiento parará.", dice Akane tijeras en mano, que en un instante corta el pelo y hace la trenza... la cual queda a modo de pirri sobre la cabeza de Ranma-h. La puerta del barracón se abre de repente: "¡Ranma!", grita Genma, "¡Has estado engañando a tu padre!"; de su cuerpo sale una tremenda aura de fuerza; "No pensé que mi padre también me atacara.", dice Ranma-h. Tras Genma aparecen los hombres pastel y Happosai, pero Genma los lanza por los aires; Happosai vuelve diciendo que lo castigará, pero Genma le vuelve a golpear: "¡No te perdonaré si tocas a Ranma!".

Tanto Akane como Ranma-h están intrigados por la reacción de Genma, el cual se dirige a su hijo con rostro triste: "No creí que no confiaras en mí. Si mi hijo tiene problemas, me haré cargo del Bigote de Dragón. Este padre...", y Ranma-h lo para de una patada antes de que su mano alcance la trenza: "¿Y esa mano?". Genma se cansa de actuar: "¡Voy a derrotarte totalmente!", y se lanza contra su hijo, el cual responde sin compasión. Genma cae en el suelo gimiendo; Ranma-h sonríe autosuficiente, pero ve algo en su padre que le hace dudar: "¿Lágrimas?"; Genma murmura: "No lloro por haber perdido, sino por el crecepelo. ¡Son lágrimas que surgen de tu corazón!", dice abrazando a su hijo... y le quita el cordón: "Es mentira.".

Genma sale corriendo y Ranma-h, de nuevo melenudo, sale tras él, pero las chicas del equipo de gimnasia pisan su pelo y le hacen tropezar y caer. Colonia llega con un cubo de agua fría y transforma a Ranma-h. "¡No lo hagas sin avisar!", se queja Ranma-m, a la cual ya no le crece el pelo; empieza a cortarse las melenas mientras Colonia va comentando cosas: "Ese Bigote de Dragón es algo horrible. Será mejor que lo recuperes, pues si te conviertes en hombre sin tener el Bigote de Dragón, en menos de una semana... ¡perderás el pelo!".

Capítulo 21. Mi confusión.

Número 7.
Genma contempla con satisfacción su tesoro. "Al fin tengo el Bigote de Dragón que hará revivir mi joven cabello negro."; pero le asalta la duda: "¿Cómo se usa? Frotando..., golpeando..., pegándolo..."; una tras otra hace las pruebas sin efecto visible. "¡Maldita sea! ¡No sé cómo usarlo!", grita desesperado. Y Ranma-m le da un rodillazo: "¿Para qué lo querías entonces?"; a Genma se le ocurre una solución: "Si me dices como se usa, te doy diez yenes.".

Akane entra entonces: "¡Señor Saotome! ¿Quiere que Ranma sea mujer para siempre?"; Genma no comprende, pero Colonia entra para aclarar las cosas: "Es un crecepelo para calvos, pero para alguien que ya tiene pelo es peligroso. Si no sellamos la trenza del yerno, ¡se quedará calvo!". Genma se sorprende, y echa agua caliente a Ranma-m; y Ranma-h aparece echando unas tremendas melenas que Genma acaricia con envidia; "¿Has escuchado algo?", grita Ranma-h mientras le golpea y Akane insiste en que le devuelva el cordón. De repente, unas bombas de humo caen en la sala; Happosai sale con el Bigote de Dragón cantando alegremente, pero Ranma-h se transforma y muestra sus pechos; Happosai acude a ella, Genma le quita el Bigote, Ranma-m se lo quita a Genma, y Happosai se lo quita a Ranma-m y sale corriendo. "Como siempre, el Bigote de Dragón provoca el enfrentamiento entre maestro y alumno.", concluye Colonia, aunque Akane sigue sin entenderlo bien.

Los hombres pastel comentan el cambio de planes al saber que el Bigote ha cambiado de dueño; Happosai cae sobre ellos y les exige que le digan la forma de usarlo; "No me importa abandonar este mundo.", dice uno; Happosai se enfurece: "¿Quieres morir?", y el mismo replica que se lo diga alguien. Happosai se dispone a hervir el cordón mientras los hombres pastel observan desesperados atados a un árbol; Happosai lo arroja al agua hirviendo... pero Ranma-m se lo quita a tiempo y se anuda la trenza. "¡Maldito Ranma!", grita Happosai tirándole el agua caliente, pero Ranma-h ya ha sellado su pelo: "¡Estoy listo!". En ese momento llega Genma por detrás, y Ranma-h se revuelve para quitárselo de encima; y Happosai aprovecha para cortarle la trenza, volviendo a esparcirse las melenas de Ranma-h mientras Genma pide al maestro compartir el Bigote.

Ranma-h se ha hartado; coge su pelo y ata con él bloques de piedra, neumáticos y barriles, y comienza a girar la cabeza atacando con esos objetos volantes a sus rivales. La gente está alucinada, pensando que es un demonio, mientras Akane y Colonia llegan preocupadas; Ranma-h consigue capturar a Genma, lanza un sostén a Happosai y lo coge, comenzando a apretarle el cuello con su pelo: "¡Admira mi ataque del cabello negro!".

Pero su pelo se quiebra ante los atónitos ojos de Colonia y Akane; Ranma-h ve que el crecimiento ha parado; Happosai lo mira con sorpresa: "¡Te vas a quedar sin pelo!"; Ranma-h cae en la desesperación. Akane se acerca a él... y no puede decirle nada; se vuelve... y sigue sin decir nada; "No debe ser imposible poder decirme algo.", comenta malhumorado Ranma-h. Genma se acerca a su hijo: "Perdona; por eso eres hijo mío... Teníamos que hablar de esto tarde o temprano.", le dice palpándose el cráneo; Ranma-h se enfada: "¡Encima presumes de ello! ¡Maldito seas!", y se lanza en su persecución.

Pero de repente piensa algo: "Si como arroz con Bigote de Dragón... ¡volverá a crecer!", y se dirige a Happosai; el viejo ríe al esquivar su ataque: "Happosai no lo soltará fácilmente...", pero al palparse la ropa, descubre algo: "¡Lo he perdido!". Y Ranma-h cae desmayado del susto. Colonia se acerca a él y le palpa el cabello: "No se le cae y le ha dejado de crecer. El efecto de la medicina ha pasado.", concluye; "¿De veras?", dice Akane alegre. Pero Ranma-h sigue KO, sin haberse enterado de nada, mientras su padre y Happosai buscan el cordón entre los restos de pelo.

En el "Café Gato", Shampoo sirve a los hombres pastel arroz de Bigote de Dragón. Los cuatro hombres lloran emocionados al ver cumplido su sueño. Colonia llega y ve la escena con preocupación; "Shampoo, ese arroz..."; "Le pregunté al encargado de "El desastre" cómo prepararlo; ayer caducó su garantía de 400 años, pero... no creo que se den cuenta."; Colonia sonríe al ver a los hombres pastel soñando con sus futuras melenas: "Mejor no decírselo.".

Pero en casa de los Tendo, la lucha continúa; Ranma-h golpea a Genma: "¡Maldito seas! ¡Mi pelo!"; "¡No sé por qué te preocupas!", le replica Genma, lleno de chichones. "Si no te has quedado sin pelo.", insiste Akane.


Estoy haciéndolo; un poco de paciencia.
Disponible en su totalidad a partir de Junio / Julio de 1.999
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