Han pasado 5 años desde la batalla con Demoner, una vez que Las Guerreras Mágicas regresaron a Tokyo, no volvieron a Céfiro. En Céfiro la vida se había vuelto mas activa, como ya no existía el pilar desde que este murió, la barrera que impedía que otros planetas se acercasen, se había desvanecido. Esto hizo que otros planetas como Autozan, Ziceta y Faren vinieran a Céfiro. Como Autozan era un planeta modernizado donde no tenían muchos recursos naturales por haber sido explotados, y Céfiro era un planeta mas bien simple, donde abundaban estos recursos, cada año se realizaba una gran feria en Céfiro, donde los habitantes de Autozan y los habitantes de Céfiro hacían un trueque, es decir intercambiaban diversos productos. Los habitantes de Autozan viajaban todos juntos en una nave de comercio hacia Céfiro llevaban varias herramientas y maquinarias avanzadas con el fin de poderlas cambiar por productos agrícolas que en su planeta eran imposibles de que se desarrollaran. Los Cefirianos, llevaban productos agrícolas, y animales para intercambiarlos por maquinas que hicieran su vida mas activa y simple, ya que las maquinas los ayudarían a diversas labores. La Feria del Intercambio como era llamada comúnmente por todos duraba 5 días. Esta feria había sido aprobada por los Cefirianos, ya que no veían que nada malo podría ocurrir, sino que estarían mas comunicados con el exterior. Este año se iba a realizar la segunda Feria del Intercambio, el año pasado, los habitantes de Autozan habían llevado metales para construcción de las casas, ya que la gente recordaba que hace tiempo cuando habían monstruos, las casas no eran muy seguras. También habían llevado varios artefactos eléctricos, pero recordaron que en Céfiro no había electricidad. Los Cefirianos habían llevado algunos de sus animales para que en Autozan pudieran criarse, y de este modo, el alimento en Autozan estaría mas balanceado y seria mas nutritivo. Este año, Autozan había decidido llevar nuevos instrumento mecánicos, nadie en Céfiro sabia de que se trataba, ni siquiera Latiz, ya que el hace mas de 5 años que había salido de Autozan y no había vuelto. En cambio las personas de Céfiro se habían dedicado al cultivo de plantas alimenticias, para que en Autozan tuvieran una mayor diversidad de comidas. Latiz, Ráfaga, Paris, Ascot, Calvina, Presea y Guruclef se habían quedado en el castillo junto con algunos guardias, esto no les impedía salir cuando quisieran, eran muy respetados por todos los Cefirianos. En Céfiro, todos vivían en una parte del planeta, nadie visitaba el otro lado de Céfiro. La población ya había crecido, y cada vez habían nuevas familias, pero como cada una hacia su comida, no tenia importancia el numero de crecimiento. GuruClef: "Este año la Feria del Intercambio será mayor que la del año pasado." Latiz: "Así es, me pregunto que nuevos equipos estarán trayendo las personas de Autozan." Guru-Clef: "Extrañas Autozan." Latiz: "No, prefiero la vida sencilla de Céfiro, aunque deberíamos organizar torneos de lucha como en Autozan, hace mucho tiempo que no participo en un combate." Guru-Clef: "En la próxima reunión lo consultare con los demás." Mientras tanto, en Céfiro la Feria del Intercambio ya había empezado. La gente de Autozan estaba impresionada de ver plantas naturales crecer, ya que en Autozan, sólo habían plantas artificiales, las personas de Autozan pensaron en que pronto cada vivienda tendría flores, haciendo la vida mas agradable. Las Personas de Céfiro estaban asombradas de ver maquinas que se movieran solas, los habitantes de Autozan habían traído maquinas que funcionaban con energía solar, ideal para el clima de Céfiro, donde desde hace mucho ya no había llovido. Para los dos últimos días, las personas de Autozan habían prometido unas máquinas especiales, pero habían anunciado que estas últimas máquinas iban a ser mas caras de lo normal. Ya habían pasado dos días y algunas personas estaban asombradas por los nuevos instrumentos que habían traído los habitantes de Autozan, otros esperaban los dos últimos días para ver los nuevos avances, pero como suponían que eran muy caros, no pensaban mas en ellos. Siban: "Tengo que conseguir esas nuevas máquinas, los rumores dicen que son verdaderamente asombrosas, además porque crees que cuestan tanto, los de Autozan no son tontos, no traerían algo que no fuera realmente bueno." Gar: "Pero nosotros no hemos podido comprar nada, ni en esta feria ni en la anterior, porque no tenemos lo suficiente de dinero para hacerlo." Siban: "No te preocupes hermano, ya te dije que las conseguiría, y eso es lo que haré." La feria estaba llena de personas, los de autozan cargaban en su nave, los productos que habían conseguido, y algunos Cefirianos ya habían vuelto a sus casas luego de haber visto y encontrado lo que querían. Calvina: "Mira todas estas cosas, hay muchas cosas buenas." Presea: "Es verdad, en la anterior feria llegue a comprar un artefacto, pero luego me desilusione cuando me di cuenta de que las personas que lo habían hecho, no lo hicieron con amor. No se podia sentir ningún sentimiento del objeto." Paris: "Eso lo dices porque cada vez que hacías un arma, ponías todo tu esfuerzo, y todas las armas que hiciste, tuvieron tu sello, tu personalidad. Las armas las hacías con amor." Ráfaga: "En Céfiro estamos acostumbrados a que la fuerza del corazón sea lo que determina todo, parece que en Autozan esto no tiene importancia." Ascot: "Por ejemplo, mis amigos, vienen conmigo porque saben de que no les voy a hacer daño, confían en mi, hubo un tiempo en que les falle, al hacerlos combatir con Las Guerreras Mágicas, muchos de ellos murieron, pero ya no los pongo en peligro, a menos que sea necesario." El tiempo pasa sin que nadie se de cuenta, y llegan los dos últimos días de la Feria. Todos van hacia la parte donde las nuevas máquinas se iban a exhibir. Los habitantes de Autozan habían logrado hacer en muy poco tiempo una construcción larga mas no alta, era aquí donde la exhibición se iba a llevar a cabo. Muchos Cefirianos entraron. El encargado de la exhibición de las nuevas máquinas: Alk, tomo la palabra: Alk: "Pueblo de Céfiro, me complace en presentarles estas nuevas máquinas que pensamos que es hora de que las conozcan, sabemos de que no habrá problemas, ya que las personas de Céfiro siempre han sido un pueblo pacífico." Mientras decía esto, la puerta se cerró y las luces se prendieron, no eran luces brillantes, sino un poco oscuras. Cuando finalizaron sus palabras, entre tres personas trajeron dos cajas. Las cajas eran de metal, Alk metió la mano en una de ellas, sacó un instumento que no media mas de 30 cm. y pesaba poco, tenía un gatilllo, lo mostró al público. Latiz:(en voz baja) "Esa es una pistola." Alk: "Este es nuestro nuevo producto." {Fin de la Primera parte}