Una Lágrima en la Oscuridad
 

   Autor: El Gnomo del pergamino.



    Capitulo 3.- Imadia: La Guerrera Mágica.
 

        A las afueras del colegio CLAMP platicaban muy animadamente un grupo de chicas, era la hora de la salida y se dirigian a sus casas.
        —Volví a reprobar el examen—Dijo Sumiko.
        —¿En serio? A mi me pareció muy sencillo.—Exclamó Hana.
        —Ay tonta, hubieras copiado ¿Y que no es el quinto examen que repruebas, Sumiko?—Le pregunto Imadia.
        —El cuarto, tambien reprobé biologia, matemáticas y quimica.
        —Ay no, yo me moriria.—Dijo Hana.
        —Por cierto, ¿que dijo Shito cuando rompiste con él?—Preguntó Sumiko
        —¿Como? ¿Ya se enteraron...?—Excalmó sorprendida Hana.
        —Toda la escuela lo sabe ¿ pero el que hizo, cuentanos, andale?
        —Se puso triste, aunque la verdad creo que no le importó.—Contestó Hana.
        —Me dijeron que lo vieron con Maty.—Dijo Imadia.
        —Yo los ví.—Expresó algo molesta Hana.
        —¡¿En serio?¡—Expresaron las otras dos chicas algo sorprendidas.
        —¿Por que no nos dijiste...?—Le preguntó Imadia.
        —No, primero queria romper con él.
        —Que feo, ¿Y que hiciste cuando los viste?, ¿lo cacheteaste?
        —Le reclamé y  le di una bofetada, luego me fuí, al rato me estaba buscando, fué cuando terminamos.
        —Que bueno, me caía gordo, pero no te lo queria decir.
        —A mi tambien, es muy creido.
        —Ya no importa, ah ¿Que creen?, me acaba de invitar a salir Tino.
        —¿Tino?, oye no pierdes el tiempo.
        —No pude negarme, está muy guapo.
        —¿Que Tino está guapo?, que gustos tan extraños tienes....
        —Manaña me cuentas—Imadia se despidió y se alejó por el pequeño callejón. Las otras dos chicas siguieron su camino por la calle.
        Imadia no vivia muy lejos del colegio y ese callejón era un excelente atajo. Mientras caminaba recordaba algunos asuntos pendientes que tenia. Agachó la cabeza y abrió su maletín escolar, metio la mano y buscó la bolsita con los condimentos que le había encargado su tia. Entonces chocó con algo, levanto la vista y vió una enorme pared color verde frente a ella. Emitió un Ah, y se quedó muy quieta, aún  con la mano dentro del maletín.
        —Te esperaba—Al oir la voz, se volteó. Ante ella había un niño, vestido de manera muy extraña y con un largo bastón. Se encontraba en un salón muy grande, muy amplio y muy alto. Sin ningún mueble en el, todo del mismo color, ese verde extraño. Lo único que desentonaba en ese homogeneo lugar, eran precisamente ellos. Y del callejón, ni rastro. Imadia gritó y luego corrió. El niño sólo la observó muy serio. Por alguna extraña razón imadia detuvo su histérica actitud. Paró su  carrera y se volteó hacia el niño.
        —¿Y-yo...? ¿Q-que...? —Balbuceó.
        —Supongo que mereces una explicación. Mi nombre es Guruclef, y estás aqui por una muy buena razón.
        —¡M-me raptaron..!—Dijo Imadia todavía un poco agitada.
        —¡No!—Replicó Guruclef—No te rapt...bueno..a decir verdad, tal vez un poco.
        —¡Quiero volver!—Exclamó Imadia sollozando de nuevo.
        —Me temo que eso no va ser posible, te...—Dijo Guruclef
        —¡QUIEEROO VOLVEERR!—Grito Imadia.
        —Dejam...—Intentaba hablar Guruclef.
        —¡QUIEEROO VOLVEERRRRRRR!
        —¡QUIEEROO VOLVEERRRRRRR!
        —¡QUIEEROO VOLVEERRRRRRR!
        —¡CALLATEEEEEE...!—El potente grito de Guruclef surtió efecto, Imadia de inmediato se calló—...Perdón—Dijo llevandose una mano a la boca y tosiendo un poco.—Dejame explicarte, existe una persona en Céfiro al cual llamamos El Pilar, se supone que solo ésta persona puede Convocar a una Guerrera Mágica de Mundo Místico...—Guruclef continuó hablando, Imadia no entendía ni una palabra y además no le estaba haciendo el menor caso. Empezó a buscar una puerta o alguna salida,
a lo lejos, semi-oculta por una columna observó una y de repente, sin decir agua va, salió corriendo. De nuevo sintió esa extraña sensación que le indicaba que parara. En esta ocasion no le hizo caso y continuó corriendo. Alcanzó la puerta y salió de ese salón, tan solo para encontrarse en otro. Aunque había más puertas. Tomó una al azar y llegó a un corredor. Ahi había una persona, algó le decía que debía huir de ella y así lo hizo. Se dirigió a una puerta, la abrió. En el momento que la abrió la persona dió un grito: ¡No entres ahi!. Pero Imadia no le prestó atención y entró. Parecía una habitación sin salida, si ese era el caso, estaba atrapada. Buscó una salida, en el suelo había algo de agua, no le importó, la pisó y sus zapatos se mojaron. No encontró salida alguna. Se detuvo en medio de la habitación a que la puerta se abriera y entraran por ella. Pero nada sucedió. Entonces empezó a inspeccionar ese cuarto, era muy pequeño en comparación de los anteriores. Había una pequeña columna en el centro, con algo arriba. Se acercó, y vió que era una especie de diadema, aunque había algo extraño en ella, no el hecho de que flotara en el aire, que de por si ya era bastante extraño, sino que...¡Estaba cambiando!, se asusto y se alejo un poco. Observó detenidamente, el metal se estiraba, se torcía, se alargaba y luego se encogía. Muy, muy extraño. Parecia inofensivo, se acercó, estiro la mano para agarrarla, a medida que su mano se acercaba, la diadema brillaba, más y más. En esta ocasión, no se asustó. Al contrario, sentía que de alguna manera, la diadema la llamaba.La tocó ............................................................................................... y luego quitó la mano. Esa pausa de apenas unos  segundos, le parecieron eternos, por su cabeza circularon , miles de imagenes, de palabras, de sensaciones. Toda la historia de Céfiro. Lo que Guruclef quiso explicarle y más aún: lo que Guruclef ni siquiera sabía. Tomó la diadema (que habia cesado sus extraños cambios)  y la
guardó en su maletín. Producto del conocimiento adquirido, ahora sabía por que nadie la había seguido hasta ahi: Nadie puede entrar a ese lugar, a excepción de El Pilar, de lo contrario moriria. Abrió la puerta y tal como lo había sospechado: no habia nadie, seguramente creyeron que ella había muerto, por lo que pensaron que no tenía caso esperar afuera a que saliera.
        Regresó al gran salón donde había dejado a Guruclef, y el continuaba ahí.
        —Veo que entraste al salón sagrado—le dijo. Imadia respondió.
        —¿Como lo sabes?
        —Llevas la diadema en tu maletin.
        —¿y como explicas eso? solo El Pilar puede entrar a ese cuarto y solo El Pilar puede tocar ésta diadema.
        —¿ Como lo sabe...? Ya veo.... No puedo explicarlo. El Pilar murió hace poco más de dos meses. por lo que Céfiro está en crisis. Nos fué muy dificil encontrar a su sucesor. pero lo encontramos hace cuatro dias. ELLA iba a ser El Pilar, pero desafortunadamente fué secuestrada por Olbaid. El es muy poderoso, no pudimos hacer nada contra él. Así que decidimos traer a una Guerrera Mágica para que se enfrente a él, lo derrote y la rescate.
        —Y se las ingeniaron para convocarme, sin ayuda de El Pilar.
        —Solo una, El Pilar podía haber convocado a tres, nosotros, los mejores hechiceron de Céfiro nos unimos y con todo nuestro poder sólo pudimos convocarte a tí.
        —¿Y por que precisamente a mi?
        —No lo sé, la manera en que trabaja esto está fuera de mi comprensión, debes entender que ni siquiera conozco Mundo Místico, supongo debes ser la más indicada.
        —¿Y yo debo rescatar a El Pilar?, o mejor dicho ¿al futuro Pilar?
        — Es tu misión, a pesar de lo sarcástico de tu pregunta.
                —¿Sarca-qué...?
        —Olvidalo, este salón es especial para entrenamiento, no tenemos mucho tiempo, desconocemos los motivos por el cual Olbaid la raptó, puede lastimarla, así que sera mejor que empecemos con el entrenamiento.
        —¡Un momento!, ¡todavía no he dicho que sí...!
        —No has comprendido. No tienes opción, la única manera en que puedes regresar a tu Mundo es por medio de El Pilar, así que si quieres volver, tendrás que rescatarla.
        —¡Vete al infierno!, Esperabas que llegara y obedeciera todos tus cáprichos.
        —¡La caprichosa eres tú, niña boba!
        —¡Mira quien lo dice niño semi-desarrrollado!
        —¡¡¡¿NIÑO?!!!, para tu información tengo 642 años.
        —¡No inventes! ¡me estas tomando el pelo!
        —Ejem, ejem. Lamento interrumpir—Se escuchó una voz al extremo del salón—Era un muchacho, a Imadia le pareció muy guapo.—Recibimos informes de que Olbaid está reuniendo un ejercito al norte del territorio peninsular.
        —¿¡Ejercito!?—Exclamó Guruclef—¿Y de donde está sacando a la gente?
        —Renegados, gente inconforme de la situación actual de Céfiro, y muchos criminales. Parece imposible pero hay cientos de ellos.—Dijo el muchacho en tono pesimista.
        —Espero que solo sea gente normal y no haya...
        —Los hay: hechiceros y guerreros, algunos muy peligrosos, sé que ya se le unió Alviclef.
        —¿¡¡Alviclef!!? ¿Estas seguro?.
        —Si.
        —Esto cambia por completo los planes...—Imadia que hasta ese momento había permanecido callada observando al muchacho que la había impresionado enormemente, habló:
        —Acepto. Seré tu Guerrera Mágica, pero con una condición.—Hizo una ligera pausa y luego señaló con la mano al muchacho—Quiero pelear a lado de él.
        —No es una buena idea—Dijo Guruclef—Ël sólo es un aprendiz mio. No sabe nada de peleas.
        —¿Deseas enviarme a mi a la guerra y a él no? ¿Acaso la vida de él importa más que la mia? Yo tampoco sé pelear.—Guruclef no dijo una sola palabra. Imadia tenía razón.
        —Peleare a tu lado—Dijo el muchacho, Guruclef no opino nada, la desición era por completo del muchacho. Sin embargo Guruclef sintió un grave pesar, simpre había tenido la esperanza de que algún dia el chico lo sustituiría y que nunca se vería envuelto en batallas y en guerras.
        —Creo que ya no hay tiempo de entrenamiento alguno, todo lo tendrán que aprender sobre la marcha, diriganse al norte, detengan a Olbaid y rescaten al futuro Pilar, antes de que empiezen a causar estragos con su ejercito.  Les asignaré a alguien experto en armas y magia, para que los adiestre durante el trayecto. Le enseñaras los hechizos que  has aprendido conmigo a ella y no te preocupes, ella tiene la capacidad de aprender rápido, no es una persona normal...
        —Ahora soy un fenómeno...—Dijo muy seria Imadia.
        —Sabes a lo que me refiero, ahora ire de inmediato a buscar a ésta persona...
        —¿A quien vas a traer?—Pregunto el muchacho.
        —Aún no lo se, esto fué muy sorpresivo...bueno, esperen aqui, ahora vuelvo.—Guruclef se retiró y los muchachos quedaron sólos, durante unos minutos no dijeron palabra alguna, finalmente:
        —¿Yo..?
        —¿Como...?—Dijeron al mismo tiempo
        —Lo siento, habla tu primero...—Dijo Imadia.
        —No, no, hazlo tú, por favor...—Le replicó el muchacho.
        —Te iba a preguntar como te llamas—Imadia se sonrojó ligeramente.
        —Zagato—dijo.
        —¿Zagato?—contestó Imadia
        —¿No te gusta? sabía que mi nombre era horrible.
        —No, no es eso, solo que...bueno...despues te lo diré.
        —Como digas, por cierto ¿Quien ha sido tu maestro?.
        -¿Mi maestro?..pues..¿de que materia....?¿De matemáticas? uy, a ese lo odio, a ese viejo bombo y pelón...
        —¡Espera, espera!, no se de que hablas, me refería a tu maestro de magia.
        —¡ah!,  a ese, no tengo ningún maestro de magia, aunque no me disgustaria nada que fuera David Copperfield, es tan guapo.
        —¿David Copperfield? ¿Y es bueno?.
        —¡Claro! en una ocasión desapareció la estatua de la libertad.
        —Por como lo dices, parece asombroso.
        —Si lo vieras, te dejaría boquiabierto, dice Guruclef que eres aprendiz de mago, ¿podrias mostrarme que puedes hacer?
        —¿Que quieres que te muestre?
        —No lo se, cualquier cosa...
        —mmm...¿Que te parece una rafaga de fuego?, es de los hechizos más elementales.—Imadia asintió, Zagato se retiró un poco de la pared, levantó su mano y soltó el hechizo. Imadia observó la onda de fuego que apareció de la nada y fué a estrellarse en medio del salón, sobrevino una explosión y el lugar se llenó de humo, cuando se disipó, solo quedaba una mancha negra y algunos escombros esparcidos. Imadia estaba sumamente sorprendida.
        —¡¡CON UN DE......!!! ¡¡¿Como rayos hiciste eso?!!
        —huh, ¿éste hechizo? es el más simple que hay, ¿no lo sabes?.
        —claro que no, quien crees que soy ¿Una bruja?.
        —hablas muy extraño.
        —¿Yo? mira quien lo dice. —Guruclef regresó, lo acompañaba una persona.
        —¿Que sucedió aqui?—Preguntó al ver los escombros.
        —Le mostraba el hechizo de rafaga de fuego, dice que no lo conoce.
        —¿No lo conoces?—Le preguntó Guruclef a Imadia.
        —No, ¿por que habria de conocerlo?—Dijo ella.
        —¿Ella es...?—Preguntó la persona que acompañaba a Guruclef.
        —Si. Imadia él es la persona que los acompañará y entrenará, se llama Molix.
        —¿Molix? vaya nombre de licuadora que te dieron.—Dijo Imadia
        —¿Por que dice Zagato que no conoces el hechizo de rafaga de fuego?
        —Pues por que no lo conozco.
        —¡Esta niña me saca de quicio!—Dijo irritado Guruclef.
        —Creo que dice la verdad...—Exclamó Molix—Ella no sabe nada de magia.
        —¿Como puedes ser Guerrera Mágica si no sabes Magia?—Dijo Zagato.
        —Yo que rayos voy a saber, nunca pedi ser Guerrera Mágica.
        —No tien caso que perdamos el tiempo, será mejor que le despiertes su magia interna—Le dijo Molix a Guruclef.
        —Tienes razón. acercate a mi e hincate.
        —Ni loca.—Contestó Imadia
        —Por favor Imadia—le pidió Zagato, ella accedió a regañadientes. Se arrodilló y Guruclef  le tocó la frente. No pasó nada.  Imadia se levantó y dijo:
        —¿Que...?, ¿Ya tengo magia...?
        —¿No sientes algo dentro de ti? ¿no sientes alguna palabra que quiere salir de tu boca?—le preguntó Guruclef.
        —Pues...si.—Dijo ella despues de pensarlo un instante.
        —¿¿¿y cual es???—preguntaron todos, estaban a la expectativa, esperando la respuesta.
        —Sí siento algo dentro de mi que me molesta ...y la palabra que sale de mi boca es: ¿donde está el baño? Ya no aguantó las ganas de hacer pis.
        —¡Esta niña!—Dijo Molix
        —¡Ahora si la mato!—Exclamó Guruclef. Zagato sólo pensaba: Esta misión va a ser muy interesante.
 
 
 

Notas del Autor.-
        Recuerden que los OVAS son una historia completamente diferente al de la serie animada, y esta historia está basada en los hechos de la serie animada, no de los OVAS, es cierto que mencione al colegio CLAMP (que es de los OVAS), pero si no mal recuerdo, la hermana de Anais asiste precisamente al colegio CLAMP (en la serie animada, si no es que me equivoco). Aprovechando esta aclaración. si encuentran algo que esté mal, (en cualquiera de mis fanfics, no solo en este). Ya sea de
algun nombre o hecho equivocado o de alguna metida de pata, no duden en hacermelo saber, para hacer las correcciones pertinentes, se los agradeceria mucho. Todo lo escribo a como me acuerdo y mi memoria no es muy buena. (Está bien, lo acepto, tambien me da flojera revisar mis videos y mangas).
        Se estaran preguntando ¿Que tiene que ver éste capitulo con los otros dos? ¿es ésto una historia alterna (sidestory) o qué? .  Bueno, tiene que ver con los otros capitulos tan sólo por el hecho de que sale Imadia (y algunas otras cositas que ire agregando) y sí, se puede decir que es una historia alterna, aunque sucede mucho tiempo atras de la historia normal.
        La verdad, se me ocurrió cuando estaba escribiendo el segundo capitulo y es que ¿que tantoscapítulos puedo escribir en una historia que transcurre en un sólo dia?. Por eso puse esta historia alterna como capítulos normales.
        Otra cosa, la información que recibió Imadia de la diadema fué unicamente información sobre El Pilar y el mundo de Céfiro (pasado, presente y futuro), no le enseñó magia ni nada parecido.
 

    Comentarios.. sugerencias.. críticas:
   dante73z@hotmail.com



1