Encantadora de plantas, Exuberancia cadavérica y Ciclo de la vida
El Ciclo de la vida es un encantamiento que permite ser ejecutado todas las veces que quieras siempre que tengas 1VV para sacarlo y hayas invocado una criatura en el presente turno. Este hecho, si conseguimos una fuente de maná suficiente, nos permitirá robar todas las cartas que queramos con la Encantadora de plantas.
La carta elegida es, por supuesto, Exuberancia cadavérica, que se comerá las cartas que cojamos a cambio de darnos más maná para poder seguir ejecutando el Ciclo de la vida y, por lo tanto, robando cartas.
El problema es que, si nos descartamos tres cartas con la Exuberancia para ganar VVVVVV, sólo podremos ejecutar el Ciclo de la vida dos veces y, por lo tanto robar dos cartas (con lo que salimos perdiendo en cartas, aunque pondremos +2/+2 a la criatura que hayamos sacado). Así que, para salir ganando en cartas, tenemos que tener dos Encantadoras en juego para robar dos cartas por encantamiento. En el ejemplo anterior nos descartaríamos tres cartas para robar cuatro y además poner, como antes, dos contadores +1/+1 en la criatura que hayamos sacado.
Este combo funciona con cualquier encantamiento que puedas devolver a tu mano, pero he escogido el Ciclo de la vida porque, además de permitir ser ejecutado múltiples veces cada turno (cosa que otros no permiten como, por ejemplo, Gossamer Chains), produce una ventaja adicional a las cartas extras: hincharemos una criatura hasta la saciedad, criatura que puede ser perfectamente unos Duendes voladores capaces de pasar inbloqueados por encima de las criaturas de tu oponente y matarlo (o cualquier criatura sobre la que en el próximo turno puedas ejecutar el hechizo instantáneo Guía, que la hará inbloqueable).
Otra variante (que sí funciona con cualquier encantamiento que te puedas devolver a la mano nada más sacarlo, cuanto más barato mejor) es acumular en la mano todas las cartas necesarias para lanzar un Drenar vida o Huracán (posiblemente respaldado por un Néctar Paradisíaco) que acabe directamente con tu oponente.
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